Rita García se acogió al beneficio de la jubilación. Sus excompañeras/os destacaron que “durante sus 37 años de vida activa en la FFyL, fue siempre una persona con una contracción ejemplar hacia el trabajo y una vocación de servicio inquebrantable: muy atenta, dedicada, y servicial, su estilo modesto y prudente fue el sello distintivo de una vida dedicada a sus labores en la facultad”.
Una de sus excompañeras, Alicia Morici, señaló que “Rita es una persona que se caracteriza por su capacidad de trabajo, su predisposición al servicio y su buen humor. Ha sido un placer trabajar tantos años con ella, siempre dispuesta a enseñar, a trabajar en equipo y a quedarse fuera de horario si era necesario, desinteresadamente, solo por el bien de la Institución”.
Y expresó que “fueron muy famosos sus cafecitos, a las 9 y a las 11, tan rico los hace, que ha costado mucho que alguien se anime a sustituirla. Así, también recuerdo su perfección al poner los sellos en las resoluciones; tan impecables, que nadie quiere heredar la tarea” (risas). Su experticia en el área nos hacía sentir muy seguros, no había nada que no recordara y no había nada que buscáramos y ella no encontrara”.
“La recordamos con mucho cariño y por varias anécdotas graciosas. Su ausencia en la Dirección de Despacho se siente, pero llegó su jubilación bien merecida. Es hora, para ella, de descansar y disfrutar de tantas cosas soñadas, dejadas de lado por falta de tiempo”, cerró Alicia.
Rita Neri García, o simplemente Rita, como se la conoce en la FFyL de la UNCUYO, envió un escrito, en el que expresó sus sensaciones personales ante este nuevo camino que inicia en su vida:
“Seguramente al 01 de agosto de 2023 lo voy a recordar como un momento profundamente sentido en mi ser. Porque es el día en el que después de treinta y siete años de servicio, no asistí a mi querida Facultad de Filosofía y Letras a raíz de mi jubilación. Entonces, cuando se consolidó ese momento, sentí y vino a mi mente todo lo vivido laboralmente.
Recuerdo mis primeros pasos en el Departamento de Clases y Exámenes, donde tuve la satisfacción de compartir, junto a mi Jefa inmediata, la señora Ileana de Nazrala y los demás compañeros de ese momento, tareas, aprendizajes y muchas situaciones de cordialidad y amistad.
Luego de un tiempo, pasé a desempeñarme en la Dirección de Despacho, lugar en el que permanecí hasta mi último día de trabajo. Siempre puse lo mejor de mí para cumplir con mis obligaciones.
Trabajé codo a codo con la Directora del Área y con mis compañeros. Guardo muchos momentos lindos de lo compartido con el señor Mario Lugones, con María Alcalde y con José Manzanera. Si bien se trabajaba mucho, también había un lugarcito para el recreo con un cafecito.
Así, después hubo cambios. Con motivo de la jubilación de otras personas, pasé a tener como Directora a la señora Alicia Morici, con quien también formamos un lindo equipo de trabajo.
Tuve la suerte de trabajar, además, con grandes autoridades que hicieron de la Facultad una gran familia: Dr. Miguel Verstraete, Prof. Mario Romano, Dr. Adolfo Cueto, Prof. Adriana García y Dr. Gustavo Zonana.
Con todos, compartimos momentos de respeto, trabajo y cordialidad. Agradezco con alegría que siempre tuve muy buenos compañeros de trabajo. La Facultad de Filosofía y Letras se transformó como en una continuidad de mi hogar.
Ahora comienzo una nueva etapa en la que podré realizar otros proyectos y ver más seguido a mis familiares, que viven en el Departamento de San Rafael, Mendoza.
Pido a Dios que guíe a mis compañeros para que sigan creciendo laboralmente y cuidando de esta hermosa Institución.
Hasta siempre”.
Sin el trabajo de Rita y de otros/as que han dedicado su vida a esta unidad académica, y cuyo compromiso fue clave en el funcionamiento administrativo fundacional, hubiera sido muy difícil consolidar una cultura institucional que ha sostenido y guiado a muchas otras personas a lo largo de los años: compromiso, profesionalismo y amor por la Facultad han dejado huellas imborrables en aquellos/as para quienes la Facultad fue y es un verdadero Hogar.
La comunidad de la FFyL le desea todo lo mejor en este nuevo ciclo: que encuentre alegría en cada momento, que descubra nuevas pasiones y que siempre se sienta orgullosa del camino recorrido a lo largo de su trayectoria.
Rita García ya forma parte de la Historia de la gran familia institucional de la FFyL