“Los progresos materiales no son tan importantes, sí los logros personales, las amistades, las relaciones que te llevás cuando terminás la jornada laboral” sostiene Andrés Genes.
Genes es una cara visible en la Facultad, ya que tiene la enorme responsabilidad de atender, informar y acompañar, a los profesores y administrativos de la facultad de Filosofía y Letras, en el área de Recursos Humanos. El pasado 18 de agosto la Universidad lo reconoció por haber cumplido con 30 años de servicio.
Habla bajo, pero firme. Es amable. Accede a la entrevista con cierta timidez, pero luego revela con ciertas pausas lo importante que ha sido su trabajo, mientras ha ido configurando su vida. “Cuando llegué a la facultad ya estaba en pareja, tuve dos hijos y hoy, uno de ellos, está trabajando - desde agosto - en este mismo lugar. Trabajar aquí es un legado importante”, señala mientras acota que le falta cinco años para jubilarse.
¿Cómo fue su recorrido a lo largo de estos 30 años?
Yo vine de Córdoba a estudiar a Mendoza. Comencé en la facultad de Ingeniería, apuntaba a lo industrial, soñaba con las máquinas. Era una carrera difícil para mí, ya que la formación que tenía era administrativa y había elegido una carrera técnica. Me costaba mucho adquirir esos conocimientos.
Mientras cursaba en ingeniería traía los libros de la biblioteca central a la sala de lectura de Filosofía y Letras, que siempre fue un ámbito amigable. Luego surgió una relación laboral y volví a la facultad de filosofía en el taller de reparaciones, de mantenimiento. Posteriormente tuve la oportunidad de un cargo efectivo y pasé a ser ordenanza para luego también desempeñarme por las tardes en administración. Trabajaba doble turno.
Desde los 90 a la fecha, continué en personal, avanzando en la carrera administrativa hasta llegar al grado de jefe de departamento, que gané por concurso.
Es una linda oficina donde estoy ahora, aunque pedimos documentación, exigimos trámites, no hay que perder de vista que trabajamos con personas.
¿Alguna anécdota o recuerdo que nos quiera compartir?
Un día vinimos a trabajar y no había que venir. El sereno nos dijo unas cuantas palabritas alusivas (risas). Lo acompañamos en el desayuno y nos fuimos. Antes se cobraba con un cheque y vinimos en enero, cuando tendríamos que haber venido en febrero ¡Con la ansiedad nos vinimos antes!
¿Qué le significa desempeñarse en la FFyL?
Me posibilitó formarme laboral y personalmente. Vas adquiriendo conocimientos dentro de la administración y eso también te va permitiendo cultivar el espíritu. Porque en definitiva nuestro trabajo tiene que ver con venir todos los días y ponerte al servicio de la comunidad.