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“Belmonte es una comunidad judía afirmada en el valor distintivo de su autarquía”

La afirmación pertenece a la Dra. Hermínia Sol, del Instituto Politécnico de Tomar, Portugal (IPT) y disertante de la conferencia "La comunidad judía de Belmonte (Portugal): Particularidades de su identidad", que se brindará el próximo 26 de julio de 2023 en la FFyL.

17 de julio de 2023, 23:14. Fuente: Colaboración en la traducción: Florencia Hötzel..

imagen "Belmonte es una comunidad judía afirmada en el valor distintivo de su autarquía"

La Dra. Hermínia Sol en la FFyL de la UNCUYO

Belmonte es, quizás, la tierra portuguesa donde la presencia judaica es más antigua, en especial por haber sido un caso único en el territorio peninsular de permanencia de la cultura y tradición hebreas desde la Edad Media hasta nuestros días. Se cree que la primera sinagoga del pueblo data de 1297, y posteriormente fue adaptada al culto cristiano. Con el edicto de expulsión del rey D. Manuel, se mantuvo en Belmonte un grupo de criptojudíos que dio origen a la comunidad actual.

Herminia Sol es Licenciada en Filología Inglesa y Portuguesa por la Universidad de Coimbra (Portugal), Máster en Estudios sobre la Mujer por la Universidad de Limerick (Irlanda) y Doctora en Literatura Americana por la Universidad de Coimbra (Portugal).

La investigadora analiza la cultura de Belmonte, una comunidad que, a pesar de las persecuciones sufridas, conservó las costumbres básicas del judaísmo hasta el presente, manteniéndose como comunidad cerrada, en la cual sus mujeres han sido protagonistas y han preservado y mantenido viva la tradición durante 500 años. El aislamiento llevó a que la comunidad (kehilá) perdiese el uso común de la lengua hebrea y muchos de los ritos religiosos, pero permitió conservar la base religiosa del judaísmo. En 1989, los sefardíes de Belmonte volvieron formalmente al judaísmo, fundando oficialmente la Comunidad Judaica de Belmonte.

 

Investigación, secretismo  y desarrollo

La académica portuguesa explicó que su contacto con este tema  “surgió, en realidad, por intermedio de otra investigación en la cual estaba, y aún estoy, trabajando, junto a otra investigadora de Breda University of Applied Sciences (Países Bajos), Marisa P. de Brito: la entrada de refugiados judíos a Portugal durante la Segunda Guerra Mundial. Portugal fue un país de acogida temporaria a refugiados hasta el fin de la guerra".

Belmonte sobrevivió gracias a su secretismo. Merced a su discreción se sobrepuso a la inquisición portuguesa. Y, en gran medida, se mantuvo lejos de los ojos del resto de Portugal, porque sus prácticas religiosas se hacían en el encierro doméstico y la mayor parte de ellas era sostenida por mujeres. Los hombres salían de casa para trabajar, ellas se quedaban en casa y eran quienes mantenían la tradición de la práctica del judaísmo”.

 

“La discreción de esa evolución explica su conservadurismo, justamente, por ese secretismo al que estuvo sujeta. Por lo tanto, hay determinado número de prácticas que es posible verificar, pero que ya no son realizadas en comunidades más urbanas de la diáspora, precisamente porque hubo una evolución distinta”.

 

Esta kehilá, incluso para los ojos de los portugueses, era desconocida, por eso, poquísima gente en Portugal sabía de su existencia. Y, recientemente (me refiero a unos quince, veinte años atrás), su propia autarquía comenzó a disparar su potencial”.

Hermínia Sol explica que “la singularidad de Belmonte frente a otras autarquías a nivel nacional potencia su factor distintivo, su atracción hacia aquella zona del país. Se trata de una zona del interior, donde no había muchas oportunidades de empleo. Sin embargo, recientemente han aparecido allí varias empresas, muchas de ellas vinculadas al sector turístico. Al ser Belmonte una comunidad chica, ni siquiera es una ciudad, se vio allí esa potencialidad. Y desarrolló un producto turístico que es su marca identitaria alrededor también de aquella comunidad que es todavía pequeña”.

Y agregó que “Belmonte definitivamente logró, para la escala que tiene y para el lugar en el que está ubicada geográficamente, un desarrollo muy considerable. Solo para tener una idea, hubo también un aprovechamiento, en el buen sentido, de determinadas personas, relacionadas con la historia de Portugal originarias de Belmonte, como fue el caso de Pedro Álvares Cabral, navegante y explorador portugués, considerado el primero que llegó a Brasil, por lo que se levantó un museo dedicado a dicho evento histórico. A partir de entonces, en el centro de la kehilá, se adicionaron otros tres museos, totalizando cuatro”. (NdeR: El Museu dos Descobrimentos, el Museu Judaico, el Ecomuseu do Zêzere y el Museu do Azeite (Museo del Aceite de Oliva).

“Belmonte es, entonces, una comunidad muy pequeña con cuatro museos, todos visitables en este momento y cerca unos de otros. Por lo tanto, quienes visitan a uno de ellos, terminan visitando a todos los demás, con características diferentes. Uno, relacionado con la protección ambiental, de las aguas y de los ríos; otro, relacionado con la comunidad criptojudaica, para explicar qué es, de qué se trata; otro, vinculado al encuentro con las culturas de América; y otro, con el aceite, que es un producto local. Por lo tanto, hubo allí una armonización de los diversos productos locales, no solo a nivel ambiental, sino también a nivel histórico y gastronómico”.

 

Las experiencias personales y el CONICET

Mi interés por la comunidad surgió, además, porque vivo en la localidad de Tomar, no muy lejos de Belmonte. Trabajo en el Instituto Politécnico de Tomar que, tuvo, hace un tiempo –ya no tiene–, una comunidad judía también. En este momento, se preserva de su legado una calle, la judiaria o antigua judería de Tomar, zona en la que se concentraba la comunidad. Se conserva también una sinagoga, sede de muchos eventos a lo largo de la historia, pero no lugar de culto, porque no hay fieles para su desarrollo. Fue museizado: hoy es asiento del Museo Luso-Hebraico Abrãao Zacuto, uno de los monumentos que más visitantes recibe, junto con el Convento de Cristo. Es, además, un polo de intereses y de estudios judaicos en aquella zona”.

Con respecto a cómo se concretó la posibilidad de dar su conferencia en la FFyL de la UNCUYO, Hermínia Sol comentó que “el contacto se hizo a través del  Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), porque forma parte de un proyecto internacional juntamente con el Instituto Politécnico Tomar. Ambos promueven la movilidad entre científicos de los distintos grupos de investigación e instituciones que forman parte de este proyecto. Se trata del Proyecto Highlands 3, cuyo objetivo es contribuir al desarrollo sostenible inclusivo en las Tierras Altas a través de la investigación e innovación colectiva y orientada al impacto. Contacté con miembros del CONICET porque tenía interés en presentar la investigación y hallar paralelismos y semejanzas, si es que las hay, entre esta comunidad rural, aislada, de Portugal, y la provincia de Mendoza, una zona montañosa del país. Ese interés pasa más por los aspectos del patrimonio cultural de las regiones que por sus facetas turísticas”.

Finalmente, la investigadora lusa agradeció “la increíble recepción de los colegas, tanto en el CONICET como de la Facultad. Para mí, es un placer, como filóloga y profesora de literatura, cumplir el sueño de visitar el país de Borges y de Quino”. (NdeR: Joaquín Lavado).

 

Para ver información sobre la conferencia de la Dra. Hermínia Sol, hacé click AQUÍ

Fuente: Colaboración en la traducción: Florencia Hötzel.

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