Es de gran utilidad que los/as docentes sepan cómo actuar en caso de que esos momentos angustiosos se presenten, pues deben conservar la calma y la cordura para ayudar a los/as accidentados/as con rapidez y efectividad, en vez de alarmarlos/as o complicar más la situación.
Estas situaciones cobran mayor importancia cuando se trata de abordar a personas con discapacidad en la emergencia.
Los primeros auxilios como son las técnicas y procedimientos inmediatos y limitados que se brindan a quien lo necesita, debido a un accidente o enfermedad repentina.
Su carácter inmediato radica en su potencialidad de ser la primera asistencia que esta víctima con discapacidad recibirá en una situación de emergencia, y limitado porque de todas las técnicas, procedimientos y concepciones que existen en la Medicina de emergencias solo utiliza una pequeña parte de estas; por esto el socorrista, o en nuestro caso, el docente, nunca debe pretender reemplazar al personal médico, sino simplemente actuar y activar el sistema de emergencias con el objetivo de proteger (prevenir la agravación del accidente. Es necesario ante todo retirar al accidentado del peligro sin sucumbir en el intento), alertar (decir desde dónde llama e indicar exactamente el lugar del accidente.) y socorrer para hacer una primera evaluación de la emergencia.