Enrique Dussel fue egresado en 1957 de la carrera de Filosofía en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo, donde se desempeñó como Profesor Titular de Ética desde 1968 hasta 1975, en que debió emprender el camino del exilio luego de ser expulsado y sufrir un atentado con bomba en su casa. Previamente había realizado estudios de posgrado en Europa: en la Universidad Complutense de Madrid, donde obtuvo el grado de Doctor en Filosofía; en La Sorbona, en el cual se recibió de Doctor en Historia y en el Instituto Católico de París, egresando como Licenciado en Teología. Desde 1975 hasta el presente residía en México, país en que se nacionalizó y continuó su carrera profesional en tareas docentes y de investigación, como Profesor Emérito de la Universidad Autónoma Metropolitana, dictando una Cátedra Extraordinaria en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, como Investigador Emérito del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y fue también Rector interino de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Por sus antecedentes académicos recibió numerosos Doctorados Honoris Causa, entre ellos de la Universidad Nacional de Cuyo.
Ha desarrollado una extensa y profunda obra filosófica, que ha alcanzado una notoria proyección internacional. Sus reflexiones se inscriben en el movimiento de la filosofía de la liberación, que surgió en la década de los setenta y él contribuyó a fundar e impulsar desde sus orígenes hasta la actualidad, extendiéndose desde nuestro país a América Latina y también con presencia a nivel mundial. En particular, sus aportes principales se relacionan con la ética y la política, produciendo una teorización singular que promovió una crítica de las formas de injusticia y dominación que se reproducen en nuestra historia y, al mismo tiempo, elaborando criterios que permitan pensar un cambio a favor de quienes se encuentran más postergados en nuestras sociedades. En tal sentido, su vida y su obra traslucen un marcado compromiso, en el cual la filosofía que desarrolla se puso al servicio de una reflexión sobre la crisis civilizatoria de nuestro tiempo.
Lo despedimos en su partida con tristeza, pero entendemos que el legado de su producción teórica y ejemplo de vida quedarán presentes.