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Matilde Tejedor. In memoriam

El decano Gustavo Zonana despide a una persona muy querida, que dejó por siempre su huella en la FFyL.

06 de junio de 2025 Por: Gustavo Zonana
imagen Matilde Tejedor. In memoriam

Un frasco con rodajas de membrillos horneados en almíbar color ámbar. No hay que guardarlo en la heladera. Está para comer de manera furtiva, a la noche, antes de acostarse, con queso –  autorregalo para cerrar el afán de la jornada –. Hay otros frascos con dulces o chutneys, con cubiertas de papel crepe amarillo, rojo, naranja o verde. Están en la canasta que acaba de bajar de su Citroën 3CV. Son las ocho de la mañana. Es lunes. Será el desayuno colectivo con su equipo de la Secretaría de Extensión Universitaria para planificar la semana, desde 1990 hasta el 2011. Habrá consejos y sentencias pronunciadas sin vacilar en registro ahumado de contralto. También anécdotas divertidas y memorias. Es un ritual imposible de modificar, con su trasfondo de sabiduría y de amor. La costumbre ha dado forma a un modo de hacer educación permanente, protocolo, reuniones científicas y cursos de lenguas extranjeras (con colas interminables en la facultad los días de inscripción). Con el correr de los días la Matilde se ha convertido en una institución, indisociable de la función y del lugar que ocupa. Tuve la suerte y el privilegio de iniciarme en la gestión de su mano y conocer sus modos de persona culta en el sentido más preciso y preciado que esta expresión pudo o, quizás, puede aún tener. Porque había en su acción mucha experiencia de vida, de arte, de compromiso institucional.

Gracias por estos dones Matilde.

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