“Regularmente nos quedamos con la imagen del monumento que pudiésemos erigir de cada uno de estos hombres. Pero me interesa, ante todo, relatar algunas anécdotas prácticamente desconocidas: Sarmiento y Alberdi llegan a Chile y en el primer lugar en que se hospedan será la Hacienda de ‘Lo Aguila’, un sector muy cercano a Santiago. Allí los acoge una mujer: Emilia Herrera de Toro, de una tradición pro americanista. Su abuela, Paula Jaraquemada había acogido a los ejércitos del Gral. San Martín durante la gesta libertadora contra los realistas. La amistad de Emilia Herrera de Toro y Sarmiento trascenderá en el tiempo, al punto tal que ella será muy cercana, luego a Ángela de Oliveira Cézar (NdR: Ángela de Oliveira Cézar de Costa fue una argentina miembro de la Comisión de la Oficina Permanente de la Paz Internacional que fue nominada al Premio Nobel de la Paz en 1910 y 1911 por su trabajo para poner fin a la carrera armamentista naval argentino-chilena, ayudando a erigir la estatua del Cristo el Redentor en 1904). Ambas mujeres impulsaron la construcción del Cristo Redentor en el Paso de Los Libertadores. En el Museo del Pasado Cuyano tuve el gusto de ver una fotografía de Ángela de Oliveira Cézar y se hace mención de esto. Sin embargo no se señala el detalle de su amistad con esta otra mujer chilena que, haciendo uso de herramientas de ‘la diplomacia blanda’ y propias de las mujeres de la época, logran generar ese lazo que se irá revelando de distintas maneras”, relató Alvarado Cornejo.

“Al día de hoy, es muy común escuchar y ver que los chilenos venimos mucho a Mendoza, por razones comerciales, como así también desde Mendoza a Santiago o a localidades cercanas. Esto es algo mucho más antiguo: el traspaso editorial en el SXIX, la incorporación de obras, como por ejemplo ‘Facundo, Civilización o Barbarie’, a la prensa y que son publicadas como folletines. Cada episodio era como el de una telenovela que siempre terminaba con un ‘Continuará’".

“Estos aspectos –continúa la docente- son clave para comprender que a Sarmiento no solo le va a importar lo que se decía de él en Argentina, aspecto que en algún momento casi nos lleva a perder las relaciones políticas y diplomáticas, que eran amistosas, precisamente porque Juan Manuel de Rosas se entera de este folletín y de los argentinos proscriptos, sino que también estaba preocupado por establecer lazos editoriales que hasta el día de hoy están vinculados”.

“La opinión pública se modernizó por la verbigracia de estos argentinos que instalaron un discurso complejo, el del exiliado: un intelectual que tiene mucha conciencia de su época y que refleja, al mismo tiempo su frustración sobre lo que pasa en su país. Ellos diversificaron el espacio de lo que mostraba la prensa local y generaron polémicas. Sarmiento fue un gran polemista. Debatía con compatriotas, como Alberdi, y con otros chilenos importantes, como Andrés Bello: venezolano instalado en Chile, que finalmente desarrolló allí toda su vida familiar y académica,  hasta su muerte. Él dio cuenta también de este impulso”, explicó.

Respecto del papel que estas dos mujeres desempeñaron en el espectro político, Alvarado Cornejo destacó que “es importante demostrar que los procesos no son aislados, sino que están encadenados, y que siempre son más los factores que influyen, incluyendo estas mujeres que, ejerciendo roles tan propios para las damas de la época, como el de acoger al forastero, al final terminan teniendo roles claves en la política local e internacional”.

“La amistad que se estableció entre Emilia Herrera de Toro y Domingo Faustino Sarmiento fue tan férrea, que una vez que él fue designado Presidente de la Nación Argentina, le envió retratos suyos con la banda presidencial, con los atributos propios de su condición, que estaban firmados y dedicados a Emilia. Actualmente, están expuestos en la hacienda que pertenece a sus herederos”.

“Por otra parte, la amistad enorme entre Emilia y Ángela de Oliveira Cézar quedó rubricada por un gesto fraterno: el envío de un regalo muy especial a Emilia: un trocito de madera del piso de la Sala en la que se firmó la Declaración de la Independencia de Argentina, expuesto, actualmente, en el Museo del Carmen de Maipú de Chile”, cerró la investigadora chilena.