Martín Viaggio nació en Buenos Aires, comenzó su actividad artístico-cinematográfica en 1995. Fue productor ejecutivo, guionista y director del film “A quién llamarías”, productor de “Al oeste del fin del mundo” y director de “Amando a Carolina”, coproducción argentino-brasileña. Viaggio es el director de la película “1%”, que se filma actualmente en la FFyL de la UNCuyo y que protagonizarán Gustavo Garzón y Noemí Frenkel junto a un gran equipo artístico de Mendoza.
El título del film
“La película, originalmente se iba a llamar ‘Quisiera ser joven’ -explica Viaggio- pero ese título no reflejaba el meollo conflictivo del personaje: un hombre, Arturo, de unos 65 años recibe la noticia de que padece una enfermedad terminal y, luego de ese shock tan tremendo, empieza a replantearse sus vínculos familiares más cercanos. A partir de que él comienza a cuestionarse si vivió bien o mal hasta ese momento, empieza a replantearse la relación con su esposa. Comienza a reclamar nuevos espacios en un matrimonio que tiene 40 años, y en el que cada uno ha dejado de lado cosas que hubiese querido hacer y no hizo, porque la vida los fue llevando a ello. También tiene un conflicto con su hijo, al que no ve desde hace 5 años”, continúa diciendo Viaggio sobre el drama que se desarrolla en el film, y aclara que “sin ánimo de ‘spoilear’ el final, el personaje se encamina hacia la reconciliación con su hijo”. “Arturo, el protagonista -sigue el director- podría optar por una intervención quirúrgica que mejoraría su expectativa de vida, pero su estado de salud está muy deteriorado, y solo puede recibir tratamientos paliativos. Sin embargo, se va manifestando en él, a partir de su replanteo existencial, un rejuvenecimiento paulatino que podría facilitarle la instancia de lograr someterse a la operación”. Luego el cineasta aclara que si bien la medicina es un mundo complejo de cuerpos que expresan problemas ajenos a nuestros deseos, esa renovación más espiritual que física del personaje le abre las puertas de una chance: “Existe una línea de pensamiento, la determinista, que marca que estamos atravesados por limitaciones que nos llevan a ser quienes somos, con ínfimas posibilidades de cambiar nuestra vida, pues nuestra libertad está condicionada por todos esos factores externos que hacen que tengamos esa vida que podemos tener, no otra. La película plantea que existe un resquicio, un 1%, que nos permite la chance de cambiar esos determinismos. Sí, venimos con las limitaciones; sí, estamos determinados por nuestra cultura, familia, capacidades, es cierto. Pero nos queda ese 1% que nos deja asumir la posibilidad de vivir mejor, de salir de esos condicionamientos”, expresa Viaggio.
Las chances y las palabras
Es importante destacar que el film responde hacia las expectativas generadas por esas posibilidades de manera afirmativa: “La película no dice que sea así, sino que existe una chance de que lo sea. Si existe, tomémosla y vivamos mejor. El film trata sobre eso: es una reflexión sobre la vida, no sobre la muerte. Dadas ciertas circunstancias, podemos aprovecharlas de una manera más plena. El espectador del film de cualquier edad debería llegar a preguntarse si está viviendo bien esta vida”, afirma Viaggio.
Sobre el mensaje fílmico de la esperanza de sobrevida, Viaggio agrega que “con la película no queremos plantear algo utópico o superficial, pensar o conducir a pensar que con solo las ganas de curarse, alguien lo puede lograr. Hay que hacer muchas cosas para sanarse, pero está el cuerpo, que, una vez que está tan enfermo, a veces no se puede lograr esa curación. El tratamiento del padecimiento físico en la película tiene una mirada científico-médica rigurosa. Mencionamos “la palabra” en la película: el cáncer, una enfermedad con pocas esperanzas de sobrevida. Hoy hay una tendencia a que los enfermos de cáncer asuman hasta la pronunciación de esa palabra, y que padecer ese sufrimiento no es algo vergonzante. Parte de la cura de la dolencia es asumir lo que uno tiene y lo que uno es. Es un poco el planteo del film: mirar y decir las cosas como son”, sentencia el director.
La FFyL, un lugar bello y sugerente
Desde el martes 22 de junio todo el equipo artístico, de producción y dirección de “1%” se desplaza por las dependencias de la FFyL con el auxilio incondicional de sus autoridades y personal de Apoyo Académico. Al respecto, Viaggio indica que “desde el punto de vista de las locaciones, nos sorprendió muchísimo lo que nos ofreció la FFyL, porque aparte de ser bellísima, tiene un diseño arquitectónico único, muy destacable. El espacio representa el despliegue laboral del protagonista, una oficina pública como si fuese una dependencia de Hidráulica. Hemos elegido sectores que han encajado perfectamente en la historia (NdeR: 4to. Piso y PB): Arturo es un ingeniero, alguien con un trabajo rutinario, asociado a espacios ligados con las ciencias exactas más que con la filosofía, lo que hace que él, en el transcurso de su vida, haya sido una persona encorsetada, un poco rígida y dogmática. Esos mandatos son los que él va soltando a partir de que se entera de su enfermedad”, subraya Viaggio. “Cada rincón de la FFyL se podrá reconocer en el film. Es altamente hermosa, quienes la diseñaron, acertaron: es un lugar muy bello y sugerente”, expresa el cineasta.
Pero la FFyL no fue la única seleccionada para el rodaje del film: “Filmamos también en otras Facultades de la UNCuyo: la de Ciencias Exactas y Naturales y la de Ciencias Médicas, en la que rodamos escenas de Arturo cuando va a la clínica; por otras parte, su esposa es una traductora de reuniones científicas, para lo cual utilizamos la sala de convenciones”, explica Viaggio. Y agrega que también filmaron escenas en Potrerillos y otras locaciones mendocinas.
Cine y azar en tiempos de pandemia
“En tiempos de pandemia, hemos podido filmar en lugares a los que no hubiéramos tenido accesibilidad en el caso de haberse dictado clases presenciales. La pandemia impuso un cuadro complejo para trabajar, con distanciamiento, limitaciones protocolares de sanidad; y, sin embargo, nos hemos beneficiado ante este contexto, porque, cual metáfora de la propia vida, según de qué lado se mire, hallamos beneficios o pérdidas”.
Al ser consultado sobre el inicio del proyecto fílmico “1%”, Viaggio no duda en afirmar que fue una iniciativa con suerte: “Uno promueve muchos proyectos pero, azarosamente, unos prosperan y otros no, como las semillas que arrojamos a la tierra. Se puede generar el proyecto de una comedia, un policial y, de pronto, un drama familiar como este, goza de una circunstancia favorable: posibilidades que se concretan, financiamientos que se obtienen, decisiones que surgen. Un golpe de suerte. Desde un comienzo, la actitud y decisión fue la de concretar la película, dentro de los marcos de las normativas sindicales, pues está muy regulada nuestra actividad cinematográfica. Este producto fílmico trajo el pan a muchas familias mendocinas. Hemos recibido colaboración para el pago de salarios de técnicos, actores y de actividades logísticas (Combustible, comidas, hoteles). Fue una inversión inteligente que se recicló como apoyo económico a la gente que participa en el proyecto.
No es lo mismo un estreno en Mendoza
Sobre el estreno del film, el director planea hacerlo en Mendoza a fin de año: “Charlamos con las autoridades de Cultura sobre hacer el estreno de”1%” en la provincia, para mostrarles a todos que fue un proyecto que se gestó a partir de una combinación de apoyos mutuos: producción, autoridades provinciales y la UNCuyo. Sería un broche de oro para Mendoza, para quienes forman parte de la iniciativa, para todo el amplio sector cultural, instalar la convicción de que es posible generar proyectos de alta escala, con financiamientos importantes. Ojalá la película esté a la altura de los aportes que recibimos; ojalá que sea tan buena como lo que conseguimos en Mendoza”, cierra Viaggio.