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Amalia Zánchez: egresada del ciclo de profesionales de la FFyL y ejemplo de esfuerzo

María Amalia Zánchez tiene 68 años. Es de Malargüe y realizó el Ciclo de profesorado para profesionales en 2010 en la sede San Rafael. “La mayor parte de mi vida profesional me lo pasé trabajando y estudiando. No lo pude hacer de jovencita, así que lo hice después. Creo que es importante seguir adelante, hay que poner voluntad y trabajo y se pueden lograr los objetivos”.

06 de agosto de 2021, 09:47.

imagen Amalia Zánchez: egresada del ciclo de profesionales de la FFyL y ejemplo de esfuerzo

Viajaba a San Rafael, junto a tres profesionales más de Malargüe (tres licenciadas en enfermería y una comunicadora social), los viernes, cursaba, pasaba la noche allí, cursaba el sábado y se volvía. “Yo ya ejercía la profesión como docente en la carrera de Enfermería, pero los conocimientos del profesorado me abrieron un montón el panorama”.

Es que si hay alguien que conoce lo que es esforzarse mucho para poder estudiar, es Amalia. Hizo el curso de Auxiliar de enfermería en el año 1982 y comenzó a trabajar al año siguiente. Luego, cuando se dio la oportunidad de cursar a distancia -porque la carrera no estaba en Malargüe-, hizo la carrera de Enfermera profesional en la UNCuyo -viajaba casi 400km cada 15 días desde Malargüe. Al año siguiente de recibida, comenzó la licenciatura, también en Mendoza. Se recibió en el 2004. Antes del Ciclo de profesorado, hizo la Especialidad en Enfermería Comunitaria en la Escuela de Enfermería de Facultad de Medicina (Universidad Nacional de Córdoba), viajaba una vez por mes.

Al poco tiempo de recibirse de Enfermera profesional, comenzó a dar clases en el último curso que daban de Auxiliar de enfermería. Y, luego de recibirse de Licenciada, dio clases en la carrera de Enfermería profesional, que se había habilitado en Malargüe por medio del Instituto privado ATSA. La carrera dependía de la DGE y esta exigía que sus profesores tuvieran la capacitación en docencia, por lo que, en cuanto pudo, comenzó a cursar el Ciclo de profesorado para profesionales en San Rafael.  Lo hizo en dos años, pero se atrasó en las prácticas. Finalmente las hizo al año siguiente en la Escuela de Cruz Roja de San Rafael. “Fue muy interesante. Nos amplió el panorama de base que teníamos. Este profesorado nos dio más habilidades en la parte pedagógica, en las técnicas de planificación y nos permitió abrir más la cabeza”.

 

Su vida profesional

Empezó a trabajar en el 83 y pasó por los distintos servicios de enfermería: clínica médica, pediatría, maternidad, guardia. Estuvo a cargo del servicio del Departamento Enfermería durante 8 años en el Hospital Malargüe. Durante todo ese tiempo también dio clases.

Se jubiló de su trabajo en el Hospital en 2015, pero sigue con la docencia. Comenzó en el 2002 -con la carrera de enfermería profesional en Malargüe- y siguió con las cohortes de enfermería, hasta el año pasado que terminó el 3er año de la última cohorte habilitada. Es Coordinadora de la carrera de Enfermería en Malargüe y la DGE le exige tener título de profesora para abrir otra cohorte de enfermería. Su deseo hoy que se la puedan habilitar para continuar dando clases. “Me gusta mucho la docencia y enseñar. Me ayudó mucho, durante la pandemia, el tener algo en lo que ocuparme, tener algo que hacer, ya que estoy acostumbrada a estar siempre en movimiento”.

Durante la pandemia se encontró con múltiples dificultades y desafíos. “La pandemia nos enseñó mucho y nos ayudó, pero también tuvimos muchas dificultades. De todos modos, al tener una preparación en docencia, pudimos pasar todos los obstáculos”. Por ejemplo, un alumno que por la pandemia tenía problemas para comunicarse, con internet y demás, y estuvo a punto de dejar la carrera, pero lo ayudaron y se está por recibir.  En esta última cohorte son 42 alumnos, de los cuales ya se recibieron 35 y otros 5 se reciben en las próximas semanas.

 

 Su vida familiar

Viene de una familia de diez hermanos. Vivían en el campo y, para poder ir a la escuela, los tenían que llevar a Malargüe, donde se quedaban con sus abuelos y tías. Cuando se les dificultó, y para no dejar de estudiar, Amalia le dijo a su mamá que se animaran a dejarlos solos. Así es como con 12 años se quedó a cargo de sus hermanos, trató de que ellos fueran a la escuela e hicieran el secundario. Ella hizo el secundario gracias a una beca del Ministerio.

Durante sus últimos años, surgió su vocación por la enfermería. Solicitó una beca para estudiar Enfermería cuando salió del secundario, en 1972, tenía todos los papeles y todo listo, pero debido a que tenía que viajar a San Rafael a cursarla y ella nunca había salido de Malargüe, se trabó y no pudo hacerla. Se puso a trabajar, al poco tiempo se casó “y ahí quedó todo”. Años después, ya casada y con hijos, escuchó por la radio que dictaban el curso de Auxiliar de enfermería. Lo comentó con su esposo, que la animó a hacerla y la acompañó. “Fue como si me hubieran abierto algo hermoso especialmente para mí”. Ambos se recibieron de enfermeros, trabajaron como enfermeros y se jubilaron también como enfermeros. Incluso motivó a dos de sus hermanas, que estudiaron y se recibieron de enfermeras y es de lo que siguen trabajando hasta el día de hoy.

Hoy tiene 4 hijos, “todos estudiaron y son profesionales” comenta con orgullo. Parece que siguieron el ejemplo de su madre y no dejaron que las fronteras limitaran sus deseos, ya que estudiaron en Mendoza, San Juan y Chile. Incluso la más grande de sus 8 nietos está estudiando Arquitectura en Buenos Aires. “A mis hijos les inculqué el amor por estudiar y tener su profesión. Es algo que no les puede sacar nadie”.

Amalia está muy agradecida de su familia. Dice que, sin el apoyo de sus hermanos, su marido y sus hijos, no podría haberlo hecho. También recuerda con mucho cariño y le agradece el apoyo a la licenciada Norma Pagés, quien fue su jefa de Enfermería y profesora, y fue quien inició con los cursos de Auxiliar de enfermería en Malargüe. “Me ayudó a no bajar los brazos y a solucionar los obstáculos. Fue mi motor para seguir perfeccionándome”.

 

Amalia: frases destacadas

  • “Me gusta mucho enseñar. Me gusta ayudar a entender las situaciones de los alumnos. Saber que no siempre se basa en los que ellos pueden o no aprender, sino de lo que uno como docente puede ayudar”.
  • “Desde que empecé a trabajar, siempre me estuve capacitando. La semana que viene empieza un Congreso de Educación Binacional y lo voy a hacer”
  • “Hay gente que se desanima y quiere abandonar el barco. Yo digo que hay que aprovechar las oportunidades”
  • “Muchas veces es bueno contar las experiencias para ayudar a otras personas”
  • “Te llena de satisfacción ver a tus alumnos terminar la carrera”
  • “La enfermería no es un trabajo más, se necesita de mucha vocación. Igual que para la docencia. Van muy de la mano, se necesita un carisma especial”.

 

imagen Zánchez con el señor vicedecano

Zánchez con el señor vicedecano

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