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Se puso en marcha la segunda cohorte de la Diplomatura en Emociones en Educación

Con gran cantidad de inscriptos en la propuesta, el sábado 20 de mayo de 2023 comenzó formalmente la segunda cohorte de la Diplomatura de Posgrado en Emociones en Educación. La misma es organizada por la Facultad de Educación (FED) y la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la UNCUYO.

imagen Se puso en marcha la segunda cohorte de la Diplomatura en Emociones en Educación

De izq. a der.: Mónica Coronado, directora de la Diplomatura; Gustavo Zonana, decano de la FFyL y Ximena Erice, vicedecana de la FED..

El decano de la FFyL, el Dr. Víctor Gustavo Zonana, integró la mesa académica y dijo que celebraba la posibilidad de realizar esta segunda cohorte de la Diplomatura por un doble motivo. Por un lado,  la continuidad de una línea de trabajo colaborativo entre las Facultades de Educación y de Filosofía y Letras. Por el otro, la importante respuesta a la presente edición manifiesta la importancia estructural de la temática en el actual escenario educativo en todos sus niveles. Y subrayó que “se trata de un fenómeno que, entiendo, se nos ha revelado en toda su dimensión y crudeza durante el episodio de la pandemia y con posterioridad a él”.

De la mesa, también participó la vicedecana de la FED, Ximena Erice. La catedrática dio la bienvenida a los estudiantes y enfatizó en la articulación y el trabajo en conjunto entre las dos facultades que trabajan esta formación de posgrado. “Es necesario dedicar tiempo al trabajo de las emociones en la educación desde marcos teóricos actuales y con un plantel docente especialista en temas muy específicos que tienen que ver con las emociones”, señaló.

 

El giro hacia lo afectivo

Citando a Ruth Leys, Zonana destacó que “la revaloración de la dimensión afectiva y de las emociones constituye un fenómeno que, desde saberes como la biología, la neurología, la psicología y la neuropsicología cognitiva, viene impactando, desde los ’80, en ciencias sociales como la historia, la geografía, la teoría política, la teoría literaria, la historia del arte, los estudios culturales, la pedagogía, por citar solo algunos campos”.

Así, “la justificación de este giro hacia lo afectivo, tiene que ver con un sobredimensionamiento en estos campos de la racionalidad, un olvido de nuestra condición corpórea y de la resonancia del plano de lo afectivo en la toma de decisiones o la generación de valores y creencias. Asimismo, desde ese mismo horizonte racionalista, la reflexión sobre las pasiones se había recluido al espacio de la patología y de los desvaríos de la razón, según Rodriguez”.

Precisó también que “la experiencia empática recupera una dimensión más completa y situada de lo humano desde el momento en que entiende que la cognición es esencialmente corpórea y que por ello está atravesada por el universo emocional, de base a la vez corporal y cultural”.

“Las emociones básicas tienen un soporte biológico. Su aparición supone la circulación y transformación en nuestro organismo de información cerebral; implica una respuesta física, posee una manifestación a través del rostro o de todo el cuerpo. Este es nuestro primer mediador con el entorno y con nosotros mismos. Nos permite desplazarnos y percibir el mundo. Nos da a conocer. Expresamos empatía o antipatía con respecto a los otros a través de él”, expresó citando algunos pasajes de López Rosetti.

 

La “puesta fuera de sí”

El funcionario explicó que “desde una mirada fenomenológica, esta dimensión afectiva, asociada a nuestra condición de sujetos con cuerpo, constituye una base en el que se asienta el resto de nuestros pensamientos y acciones. También, la formación de valores morales, estéticos y religiosos”.

“La manifestación de la emoción puede describirse como una ‘puesta fuera de sí’, un movimiento de pérdida de cierto equilibrio inicial, una desestabilización de la reflexividad del yo”.

“A lo largo de este trayecto curricular, conocerán las bases biológicas, sociales y culturales del desarrollo de las emociones, los debates sobre su formación, su impacto en las instituciones educativas, estrategias de abordaje y resolución de conflictos, su papel en la motivación de los aprendizajes, entre otros aspectos”, finalizó el decano.

 

Coronado: una preparación para afrontar "la alta carga emocional"

La tercera integrante de la mesa académica fue la directora de la Diplomatura, la Prof. Mónica Coronado, quien afirmó, luego de la ceremonia, que “esta segunda cohorte capitaliza todos los aprendizajes y logros alcanzados en la primera edición, que fue muy exitosa en asistencia, permanencia y graduación. La propuesta es atravesar un proceso curricular de carácter flexible, que permite ir avanzando con las diversas temáticas que lo componen, en función del perfil de los participantes. Se considera la dimensión afectiva, emocional desde diversas perspectivas que van desde lo neurobiológico, lo sociológico, lo pedagógico, lo educativo, lo cultural. Las emociones son un objeto complejo. La vida afectiva de los seres humanos no puede ser simplificada. Es importante que la UNCUYO asuma esta responsabilidad y asuma una formación que complejice un objeto tan amplio, con tantos matices”.

La funcionaria explicó que “la diplomatura no solo pone foco en las emociones como objeto de conocimiento, sino que también propone el abordaje de temáticas que son fundamentales y que tienen incidencia en los procesos educativos de enseñanza-aprendizaje: los factores motivacionales, organizacionales, aspectos como la violencia, la crueldad, con situaciones que surgen de las redes como el cyberbullyng. También  se aborda la temática de los duelos. En fin, proponemos la preparación para afrontar situaciones de alta carga emocional, que requieren recursos especiales que se irán incorporando a lo largo del proceso de formación”.

“La formación culmina con el tratamiento de una temática dicotómica: contraponer la pedagogía  de la ternura a la pedagogía de la crueldad, analizando las variables a tener en cuenta en la educación para eludir la crueldad presente a través de expresiones de odio, de rechazo o de violencia”.

Asimismo, subrayó que “las formas de evaluación de la actividad son coherentes con este modelo pedagógico y sus contenidos. Un portafolio va recolectando distintas evidencias que dan muestra de los aprendizajes en cada uno de los módulos y permite hacer una integración de los temas desarrollados analíticamente, en una síntesis significativa a través de un coloquio”.

Finalmente, Coronado informó que “las encuestas realizadas, al finalizar la primera cohorte de la Diplomatura, mostraron un alto grado de satisfacción de los participantes”.

 

Navarra: construyendo estrategias

El codirector de la propuesta y máximo referente de la FFyL dentro de ella, el Prof. Darío Navarra, consignó que esta formación “brinda la oportunidad de reconocer y analizar cómo la dimensión afectiva interviene en los procesos de escolarización”

“Cada encuentro favorece el intercambio de percepciones y la construcción de estrategias individuales y colectivas que beneficien los procesos de aprendizaje y de enseñanza, como así también de gestión institucional” expresó.

 

Lo que viene

El sábado 20 de mayo, además del acto de apertura, se pudo compartir el inicio del Módulo 1, "Educación, vínculos, afectos y emociones", espacio que introdujo y contuvo la presentación de los distintos componentes y dimensiones de la temática. Más de 120 docentes participaron de la clase.

Los días 10 y 24 de junio se desarrollará el Módulo 5, a cargo de Darío Navarra, en el que se abordarán las emociones en las organizaciones educativas.

La diplomatura está destinada a docentes de los cuatro niveles educativos y de las diversas modalidades, asimismo a investigadores y diversos actores del sistema educativo o del ámbito de la educación informal.  Está organizada con un formato bimodal que favorece la participación directa y mediada por las tecnologías.

 

El equipo de trabajo de la Diplomatura

Además de la directora, Mónica Coronado (FED), y el codirector Darío Navarra (FFyL), existe un Comité Académico, integrado por Myrtha Chokler, María Ana Barrozo, Federica Scherbosky, Eugenia de la Rosa, Marcela Comastri y Elena Barroso.

La articulación entre la FED y la FFyL resulta especialmente significativa, siendo los centros de formación docente donde se desarrollan las propuestas de innovación y de desarrollo profesional continuo en educación, enlazadas con una sólida tradición.

 

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