El encuentro fue el marco para reunir a un conjunto de maestras y maestros rurales que se formaron en la Escuela Campesina (CEFIC) y hoy están ejerciendo la profesión en instituciones educativas establecidas en el secano mendocino. Estuvieron presentes: Cristina Chambi, Karen Pizarro, Ester Pérez, Maricel Jofré, Manuel Ferrer.
Las docentes se formaron bajo la modalidad de alternancia, que combina el tiempo escuela con el tiempo comunidad. Las/os maestras/os resaltaron las fortalezas de la alternancia; donde destacaron que fue “la oportunidad que tuvieron para estudiar una carrera de nivel superior” que de otra manera difícilmente hubieran podido hacerlo.
Ante la consulta por la modalidad de alternancia y su formación en la Escuela Campesina, las estudiantes, enumeraron una serie de ventajas: “la posibilidad de alojarse en el lugar donde estudian y además tuvieron garantizada la alimentación”. Asimismo “la posibilidad de organizarse familiarmente” fue resaltado por las mujeres madres que pudieron recibirse dado el formato flexible que les posibilitó estudiar “sin abandonar su lugar de residencia”. “No hay otra institución igual”, destacaron y señalaron que hay “saberes que no se aprenden en otras instituciones” y que son útiles para la vida.
Marta Greco, Directora del CEFIC Tierra, y Rocío Peterle, docente e integrante de la organización, coincidieron en destacar la potencia de la modalidad de alternancia que garantiza el derecho a la educación para personas que provienen de ámbitos alejados de los centros urbanos, tanto geográfica como simbólicamente.
En la jornada de trabajo, Rodrigo Lucero, investigador de la Educación Rural de Mendoza, planteó un conjunto de interrogantes sobre la Educación Rural hoy: ¿La escuela rural está realmente en medio de la nada? ¿Qué otros dispositivos del Estado tienen que estar junto a la escuela rural y no están? ¿Qué tanto se quiere ver de la realidad de esas comunidades? Al mismo tiempo resaltó que en estos ámbitos “Se producen saberes muy interesantes pero que no trasciende o permanece sin ser sistematizados” “¿cómo hacer que los saberes sociales populares ingresen a la escuela? Se preguntó.

