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“Las lenguas son un patrimonio vivo, que cambia y conecta a la gente”

La afirmación pertenece a la Prof. Esp. Silvia Patricia María Acosta, Secretaria de Políticas Lingüísticas. En esta entrevista, ella nos explica los proyectos y perspectivas de cara a su tercer mandato frente a esa dependencia de la FFyL de la UNCUYO.

imagen "Las lenguas son un patrimonio vivo, que cambia y conecta a la gente"

Una demanda social

La Secretaria nos comenta que “tengo 42 años de trabajo en la FFyL. Apenas me recibí, ingresé como Ayudante de 2da., luego como Ayudante de 1era. en un Proyecto de Investigación que estaba vinculado con la disciplina que yo había elegido: Fonética y Fonología. La propuesta estaba relacionada con un tema tan interesante, que actualmente se ha vuelto a revisar: el análisis del error. Nosotros lo abordamos a nivel fonológico. En aquel momento el enfoque tuvo implicancias pedagógicas importantes en el trabajo de las cátedras de Fonética. “Luego de 2 o 3 años –continúa- ingresé a la cátedra de Fonética y Fonología Inglesa II en el Departamento de Inglés y ahí arrancó la carrera docente como J.T.P primero, luego Profesora Adjunta y, por último Profesora Titular Efectiva de las cátedras Fonética y Fonología Inglesa IV y V según el Plan Nuevo (por el Plan viejo, era Fonética y Fonología Inglesa III). Todos los cargos fueron efectivizados por sus correspondientes concursos. Seguí estudiando y me perfeccioné en mi disciplina, pero, al mismo tiempo, intenté no aislarme en la torre de cristal, como a veces se nos acusa a los docentes universitarios, ignorando lo que pasa en el resto del mundo. Eso me preocupaba, me interesaba el afuera. En el año 1.993, Matilde Tejedor y Ana María Miret me convocaron para brindar cursos de Inglés Inicial, para principiantes, abiertos  a la comunidad. Entonces me dije: ‘¡Qué bueno, porque esto nos va a indicar quiénes quieren aprender inglés, además de aquellas personas que buscan ser profesionales en la lengua!’. Fue entonces que ingresé a la Secretaría de Extensión. Se había detectado una demanda social, una necesidad que, evidentemente, en principio, no había estado tan clara para la Facultad. Fue como abrir una gran puerta. Los cursos de inglés tuvieron un éxito tremendo. La gente comenzó a volcarse y  gracias a esa dinámica, desde el Departamento de Francés surgió la inquietud de sumar cursos del idioma. Así comenzaron a incorporarse cursos de francés, portugués (antes de que naciera la carrera de esa lengua), italiano (con docentes de la carrera de italiano, que todavía existía en FFyL), alemán, de la mano del Prof. Nicolás Dornheim  (de Literatura Alemana del Departamento de Letras), y después llegaron las lenguas orientales, luego el ruso y así sucesivamente se fue construyendo nuestro ‘edificio lingüístico’. Se sumó el español como lengua extranjera, y el último en incorporarse fue el coreano -explica- junto al español como lengua uno”.

 

Voluntad de sumar: Nace un Secretaría

“’Sumar’ es, para nosotros, una palabra clave, en consonancia con el slogan publicitario que surgió en ese entonces (IDIO+), algo que terminó identificándonos socialmente con la transmisión de la propuesta de un saber dirigido a la comunidad que nos sostiene, y con la cual mantenemos nuestro compromiso de responsabilidad social”, subraya Patricia Acosta.

“Creció la propuesta de tal manera, que cuando llegué a ser Secretaria de Extensión Universitaria en 2011, nombrada por Adriana García, el poder de convocatoria era enorme. Me encontré con una Secretaría con reuniones científicas, proyectos sociales, cursos de formación permanente y esta área de los idiomas también muy desarrollada, lo cual le otorgaba una envergadura tremenda. Nos organizamos y coordiné el progreso de cada uno de los departamentos. En 2014 el área creció de tal manera que excedía las posibilidades logísticas de la Secretaría. Los cursos de idiomas se estaban transformando en  trayectos académicos no curriculares para un buen número de asistentes, lo cual demandaba otro tratamiento. Hacía falta un espacio de gestión sólo para las lenguas”, precisa.

“En ese momento –recuerda la funcionaria- la fórmula que se postulaba para gobernar la Facultad estaba conformada por los doctores Adolfo Cueto y Gustavo Zonana, quienes coincidían en la necesidad de separar el área  de Idiomas de la Secretaría de Extensión Universitaria.  Las lenguas se desprendieron y, en el 2015, se creó, oficialmente, la Secretaría de Políticas Lingüísticas”.

¿Por qué ese nombre y no Secretaría de Idiomas? “Porque la idea era enmarcar institucionalmente a todos los desarrollos en lenguas que ya tenían una larga trayectoria en la FFyL. Las lenguas extranjeras existen en la UNCUYO prácticamente desde su fundación. Se fueron produciendo muchos desarrollos en los idiomas inglés, francés, italiano, etc. de manera muy activa.  Cuando apareció la propuesta de lenguas para la comunidad, fue el boom. Y pensamos, entonces, en la necesidad de delinear, diseñar, producir acciones de política lingüística tendientes a gestionar, otra palabra clave, las lenguas, en primer lugar, hacia el interior de la Unidad Académica, y luego, hacia toda la UNCUYO”.

 

Áreas de la Secretaría

“Ya, como Secretaría, hemos propuesto cursos y se abrió el abanico para crear el Área Docente. Las lenguas llegaron a ser 15 (quince). Durante y por efecto de la pandemia, algunas se dieron de baja. Existe también el Área de Acreditación y Certificación, en la que se acreditan niveles de lengua para estudiantes que participan en programas de Movilidad, para docentes e investigadores de la Universidad y del CONICET. También se destaca el Área de Exámenes Internacionales: la FFyL, a través de la Secretaría de Políticas Lingüísticas, ejerce la representación de la UNCUYO en consorcios interuniversitarios y funciona, en nombre de la UNCuyo, como sede de exámenes internacionales de prestigio, como el CELU (Certificado de Español Lengua y Uso), el CELPEBRAS (Certificação de Proficiência em Língua Portuguesa para Estrangeiros / Certificado de Proficiencia en Lengua Portuguesa para Extranjeros), el TESTDaF (Test Deutsch als Fremdsprache / Examen de Alemán como Lengua Extranjera) y el CILS (Certificazione di Italiano come Lingua Straniera / Certificación de Idioma Italiano como Lengua Extranjera) y muy recientemente, en Zona Este, seremos sede PLIDA, examen gestionado por la Dante Alighieri. Por otra parte, también debemos mencionar el Área de Capacitación para docentes de la SPL y del Programa de Idiomas para la UNCUYO; y, finalmente, las áreas de Asesoría y de Traducción e Interpretación, la cual se encuentra en proceso de creación”.

“En la SPL –subraya la Prof. Patricia Acosta- se produce conocimiento, producto de la investigación, de la que surgieron las propuestas de exámenes propios, reconocidos en universidades con las que la UNCUYO tiene convenios, y se ha generado un modelo de lengua para enseñar en el pre-grado y grado, y otro para la enseñanza virtual”.

La Prof. Acosta aclara, finalmente, que “las propuestas lingüísticas no se limitan solo a la enseñanza de lenguas extranjeras, sino también a la de español para profesionales y estudiantes. Se trata de nuestro español, aplicado a fines específicos: comerciales, gastronómicos, geográficos, etc.” 

 

El orgullo de pertenecer

La funcionaria explica que “la UNCUYO, a través de la FFyL, y ella, a su vez, a través de la Secretaría de Políticas Lingüísticas, forma parte de redes interuniversitarias, por ejemplo el Consorcio ELSE/CIN, que es el que gestiona el CELU, es decir el Certificado de Español: Lengua y Uso, que es un certificado de dominio del español como lengua extranjera que pueden obtener todos los extranjeros cuya primera lengua no sea el español y que quieran validar su capacidad de usar este idioma como lengua segunda para ámbitos de trabajo y de estudio. El Consorcio Interuniversitario ELSE reúne en la actualidad a dos tercios de las universidades nacionales argentinas, y se propone contribuir a una política lingüística y educativa regional que promueva la valoración de la diversidad y reconozca la importancia de los códigos interculturales a partir de la Enseñanza, Evaluación y Certificación del Español como Lengua Segunda y Extranjera, (ELSE)”. La UNCUYO tiene parte activa y comparte la política lingüística del Consorcio ELSE/CIN”.

“También pertenecemos al Núcleo Disciplinario Enseñanza de Español y Portugués como Lengua Segunda y Extranjera 2/L (PELSE),  hasta hoy, representados por el Dr. Gustavo Zonana y por quien les habla. Se trata de un espacio disciplinar de AUGM (Asociación de Universidades Grupo Montevideo) desde donde se trabaja e impulsan ambas lenguas (español y portugués)”.

Y añade que “además, representamos a la UNCUYO en la Red Universitaria de Lenguas  (RULen), que nació en 2019. Estuvimos en el momento de su fundación, a partir de la cual participamos activamente y, por eso, somos una de las cinco universidades que integran la Comisión Ejecutiva de la RULen”.

 

Metas insoslayables

A ser consultada sobre los desafíos de la gestión, la Prof. Acosta señala que “un objetivo importante de la SPL es consolidar el valioso Programa Idiomas para la UNCUYO, un sueño hecho realidad, que se proyectó en 1.997, y que fue compartido con el Prof. Miguel Verstraete y la Prof. Matilde Tejedor. Yo era muy joven, con mis hijos muy pequeños, y aquel no era el momento propicio para que naciera el proyecto. Sin embargo, la vida siempre da oportunidades. Así, por las coyunturas del momento, fue estratégico pensar nuevamente en un proyecto de idiomas para toda la universidad, a través del cual hemos podido incorporar las lenguas extranjeras a las carreras de pre-grado y grado de la UNCuyo. Hoy, el estudiante está en igualdad de oportunidades con aquel que puede pagar por esa formación, porque es un proyecto gratuito de Idiomas con calidad y equidad. Nació como prueba piloto en 2015 con inglés, con el objetivo de saber qué pasaría, cómo lo recibiría la comunidad universitaria, cuáles eran las formas de gestionarlo. En aquel momento el Rector era Daniel Pizzi, y Adriana García, la Secretaria Académica de la UNCUYO. Ambos demandaban a la Unidad Académica reputada como experta en idiomas, que  los enseñara a toda la Universidad. Aceptamos el desafío y propusimos esta prueba piloto para evaluar cómo reaccionaba el estudiantado y la comunidad académica toda ante la propuesta. El resultado fue auspicioso. En 2016 produjimos, junto al Dr. Gustavo Zonana, los lineamientos para la inclusión de las lenguas extranjeras en las carreras de grado y pregrado en creación y las que estuvieran en proceso de innovación curricular. Esto fue plasmado en gran parte en las Ordenanzas 7 y 75 del CS de 2016. Con ese gran respaldo se avanzó y se fueron implementando los planes de estudio de las Facultades de Derecho, Ciencias Económicas y de Filosofía y Letras”.

Sobre qué caminos emprender para lograr esta consolidación, Acosta responde que la misma “estaría relacionada con una mejora del presupuesto, con mayor estabilidad docente, con reafirmar sus vínculos con la institución y  hacerlo extensiva la formación en idiomas a los docentes de cada Unidad Académica, porque, en mi opinión ellos estarían en desigualdad: les estamos enseñando a sus estudiantes cuando también existen, seguramente, muchos docentes que no tuvieron la oportunidad de aprender idiomas”.

“Hoy, la mayoría de las facultades tiene enseñanza de idiomas a través de cursos no curriculares: Odontología, Ciencias Médicas (alemán y francés), Ciencias aplicadas a la Industria -FCAI-, Ciencias Agrarias y  el ITU. A la Facultad de Ingeniería y a la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria pertenecen  los únicos alumnos que han rendido el examen Nivel B-2 que los acredita como usuarios de la lengua inglesa a nivel general y con la especificidad de su carrera”, describe la Secretaria.

Y añade que “quisiera que las lenguas extranjeras se consolidaran en todos los posgrados de nuestra Universidad. Pues un sello distintivo de las más dinámicas, modernas e integradas universidades en el mundo es la exigencia del manejo de dos lenguas”.

“Otra meta importante es lograr que al menos una materia de alguna carrera de posgrado se dicte completamente en idioma extranjero. Hemos presentado un plan, un programa al respecto. Ese momento aún no llegó, pero estamos trabajando fuertemente en ello”.

 

La experiencia “Ciencias Médicas”

“En 2008 ya se había generado la iniciativa para incluir las lenguas extranjeras en la Facultad de Ciencias Médicas, a pedido del entonces decano, el Dr. Roberto Vallés, un verdadero visionario, respaldado por el Ing. Arturo Somoza, Rector en aquel año. Y se produjo un diseño ad hoc, específico, para esa prestigiosa Facultad. CONEAU les había observado la carrera de Medicina, una carrera comprendida en el Artículo 43 de la Ley de Educación Superior, es decir una disciplina que se vinculaba con el bienestar público. Debían incorporar inglés. El Dr Vallés consultó a la flamante decana Adriana García (2008). Ella me convocó y, junto al Dr. Zonana y las valiosas colaboraciones de la Prof. Mirta Rena y la Dra. Alba Ortiz (vicedecana de la FCM en aquel entonces), hicimos el diseño, elaboramos todos los planes de estudio y todos los programas desde 1ero. a 5to. Año, con el objetivo de poder presentarlo para evaluación de la CONEAU. En 2009, en el Aula Magna 'Dr. Amadeo Cicchitti' de la Facultad de Medicina, dimos  la clase inaugural con tres profesores: Titular, Adjunto y JTP. Hoy, el equipo de Medicina tiene tres profesores/as de idiomas por año, casi 15 docentes, todos con cargos, como lo decidiera la enorme voluntad política que impulsó este proyecto”, expresa Acosta. 

 

Las “sin techo”

“Las lenguas no tienen techo –asevera la docente- y hace bien estudiarlas,  a nivel cognitivo, afectivo y socialmente; por eso soy partidaria de la frase “Sumate porque te suma”. Las lenguas son algo vivo, que cambia de acuerdo a las comunidades, a las épocas, que conecta a la gente, y son un patrimonio de todos, y tan vivo que entran en contacto unas lenguas con otras de diversas maneras y llegan a originar nuevas variantes (¿idiomas?), por ejemplo el “portuñol”, cuya identidad como lengua está en discusión, pero en vías más de ser que de no ser tal. Existen estudios actuales que comprobarían científicamente que Uruguay es un país bilingüe. El Uruguay no es una sociedad lingüísticamente homogénea hablante de español. El bilingüismo español-portugués se consigna en una amplia zona del noreste de Uruguay como un ejemplo de esta realidad, al igual que toda la frontera argentino-brasileña”, cierra la Prof. Patricia Acosta.

 

 

 

 

 

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