El Prof. Dr. Arturo Álvarez Hernández es un catedrático de la UNMdP (Universidad Nacional de Mar del Plata), fue invitado especialmente a las “Jornadas Culturales IANUA APERTA 3º Edición. Homenaje a Virgilio”. El docente estuvo a cargo de la Conferencia Inaugural del evento, titulada “La Eneida como palabra vática fundante”.
Mundo antiguo y familiar
“He visitado la UNCuyo y la FFyL en reiteradas ocasiones. Me ha ido interesando este experimento de Las IANUA APERTA, este acercamiento del mundo clásico al presente, sobre todo a los más jóvenes”, comenzó explicando el Dr. Álvarez Hernández. “La cultura clásica tiene la dificultad de presentarse como muy lejana, muy inaccesible. Tal vez los propios profesores hemos, quizá, cometido el error de ponerla como un mundo así, intocable, rígido, inalcanzable. Hoy hay una corriente muy saludable de especialistas que tratan de abrir ese mundo, de acercarlo a los más jóvenes que ya incluso no estudian en los cursos de latín o de griego, o ya no tienen las materias clásicas que antes existían, y que, sin embargo, se entusiasman enormemente cuando se les acerca esa cultura, y sobre todo descubren que es muy familiar a ellos en muchas cosas. Primero-puntualizó- experimentan el asombro al comprobar que en realidad estos griegos y romanos de 2 mil años atrás o más, elaboraron una cultura que, en gran parte, sigue siendo la nuestra. Reconocerse en ese mundo tan lejano despierta una gran sorpresa y luego la curiosidad de avanzar, conocer más, leer las obras clásicas que configuran un tesoro de inspiración”.
Virgilio, el vate cantor
Al ser consultado sobre los ejes temáticos desarrollados en la Conferencia Inaugural de las IANUA, el investigador expresó que “para mí, fue una satisfacción poder hablar de Virgilio, que es el poeta que más quiero de todos los que he estudiado. Nunca di una conferencia inaugural en unas jornadas dedicadas a él. Fue una primera experiencia que agradezco enormemente. En sustancia, he tratado de transmitir el hecho de que Virgilio, cuando compone La Eneida se representa, se sitúa a sí mismo como un vate (palabra en desuso en nuestro español del Río de la Plata) que en la Antigüedad significaba el cantor que era capaz de ver más allá de las personas comunes, es decir el profeta, el adivino, a veces incluso el que tenía la capacidad de incidir en las personas o la naturaleza, que tenía poderes mágicos. Esa palabra antigua expresa un poder, una potencia que estaba en los orígenes de la Humanidad y que se había encarnado en la figura del VATE. Virgilio, en su trayectoria como poeta, va haciendo una valoración de la virtud de la palabra, del hombre que canta, destacando especialmente la condición de CANTO del VATE. Si bien es un escritor, sin embargo en su escritura, Virgilio se representa a sí mismo con un cantor. Eso tiene que ver también con esta recuperación de los orígenes de la poesía como canto. Porque así se inició la poesía. Comienza incluso antes de que empezara la escritura; por lo menos en la cultura grecorromana precede a la escritura. En Virgilio, hay toda una intencionalidad de recuperar el canto como esencia de la poesía y a él mismo como cantor, no como escritor. Lo hace en su obra escrita, pero lo que él destaca en ella es la condición de cantor que él tiene y que es un cantor vate, que le habla al conjunto de la comunidad”.
“Palabra vática fundante”
Al tratar de explicitar estos conceptos, el Dr. Álvarez Hernández subrayó que “La Eneida no es una obra como lo fueron Las Églogas, dirigidas a un auditorio restringido de personas más competentes, conocedoras de la literatura, sino que va ampliando ese horizonte de recepción y va buscando hablarle a la comunidad toda, asumiendo en su persona a la figura del vate. En sustancia-continuó- La Eneida se puede entender como palabra vática fundante, porque de alguna manera, a partir de ese canto, construye la realidad de Roma: Qué cosa es Roma en la Historia y qué destino la aguarda para siempre. Esa es una acción profética de Virgilio que se siente en condiciones de ver más allá que todos los demás. Esto fue ejemplificado en la actividad que tuve la oportunidad de compartir con la comunidad académica el martes pasado (se refiere al curso "El programa de Virgilio de Las Églogas a La Eneida) con pasajes de las Églogas, Geórgicas y Eneida, mostrando y analizando cómo el autor fue elaborando poéticamente ese programa hacia el canto vático, profético, revelador”.
La misión de revalorizar los estudios clásicos
Con referencia a su balance personal de las Jornadas, Álvarez Hernández indicó que “el balance es muy positivo. Hay, en la tarea de las profesoras Lorena Ivars y Andrea Sbordelatti, una orientación muy adecuada. Saben hacia dónde hay que ir con estos estudios. Nosotros siempre hemos corrido el riesgo de quedar al margen de la corriente de la Cultura. En todas las épocas hay una corriente cultural dominante, que todos conocen, en la que todos participan. Las lenguas y literaturas clásicas, durante un período bastante largo, ubicado entre los años 70 y el comienzo de este milenio, han vivido ese riesgo de quedar un poco al margen de la vida cultural concreta de las ciudades, de los países. Las jornadas demuestran que la tarea de estas colegas va en la dirección de revertir esto. Es decir de reinsertar los estudios clásicos en la gran corriente de la cultura de que todos formamos parte. Esa tarea es fundamental para la supervivencia de los estudios, porque es bastante difícil la formación en filología clásica. Es compleja, muy exigente, a veces desalentadora. No muchas veces se encuentran los lugares para volcar lo que uno estudia. En ese punto, en esta Facultad, se está trabajando en la dirección acertada, es decir, recuperar un espacio atractivo, que promueva y entusiasme a los más jóvenes en estos estudios”. Y advirtió que “eso no es tan fácil de conseguir. He estado en muchos lugares del país, en reuniones de todo tipo, y a veces, lamentablemente, las reuniones se organizan entre especialistas, en un círculo muy pequeño que no trasciende, y nadie se entera de lo que ocurrió. Trasciende a través de libros, artículos, en publicaciones especializadas. En cambio esta otra tarea, como bien lo dice su título: IANUA APERTA, abre ese espacio de interacción con otras áreas de la sociedad y está orientada a los más jóvenes, a los que aún no saben casi nada del mundo antiguo, y luego se encuentran con algo que puede estar mucho más cerca de lo que se cree”. Para finalizar, remarcó que “aplaudo y hago un balance muy positivo de estas Jornadas, porque lo que he visto ha sido un ambiente de alegría, de placer, de solidaridad; de compartir lo que se hace, cuidando los detalles, las vestimentas, los movimientos, la música. Hay un esmero notorio, y confío en que esta experiencia continuará durante mucho tiempo”.