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“La FFyL es una de las unidades académicas con mayor actividad en investigación”

Lo afirma Diego Niemetz, Doctor en Letras y flamante titular de la Secretaría de Investigación de la FFyL. En esta entrevista, nos cuenta su trayectoria y expresa los objetivos y expectativas de su gestión.

21 de octubre de 2022, 21:09.

imagen "La FFyL es una de las unidades académicas con mayor actividad en investigación"

El nacimiento de una vocación y la docencia

Al ser consultado por sus inicios en la carrera como investigador, el nuevo funcionario de la Facultad nos cuenta que comenzó a interesarse en ella “al mismo tiempo que ingresé a la carrera de grado. Tenía muy claro que tenía una vocación científica. De hecho, desde el comienzo estuve inscripto en la licenciatura. La tendencia fue tomando cuerpo con el ingreso como becario a CONICET (2008), allí estuve como becario doctoral y postdoctoral 7 años, después ingresé a la carrera como investigador. Paralelamente, desarrollé en la FFyL mi labor docente: “En mis inicios fui Jefe de Trabajos Prácticos de la materia Metodología y Análisis de Texto, perteneciente al viejo Plan de Estudios, junto a Miriam Di Gerónimo, Profesora Titular de la cátedra en aquel entonces. Actualmente, soy Profesor Adjunto de Teoría y Crítica Literaria, correspondiente al 1er. Año del nuevo plan; y director de la Cátedra Libre de Cultura Judía. Felizmente, en esta nueva etapa al frente de la Secretaría, estos dos caminos, docencia e investigación, se entrecruzan”, expresa Niemetz.

 

Los retos y los vínculos

“Gran parte de los desafíos que nos proponemos tiene que ver con poder continuar con muchas de las líneas que se impulsaron durante la gestión del Dr. Dante Ramaglia”, explica el Secretario. Y señala que en lo personal, considera importante fortalecer el vínculo entre la FFyL y los investigadores del CONICET: “He experimentado la posibilidad de ser investigador de ese organismo y trabajar en la Facultad. Creo que, si bien la relación es fuerte, habría que construir un vínculo más fructífero y profundo”. Por otro lado, indica que le gustaría trabajar en lo relacionado con la divulgación de la investigación que se hace en la FFyL. Y subraya que  “nuestra Facultad es una de las unidades académicas que mayor número de investigadores de la UNCUYO tiene en el CONICET. Es también una de las facultades que más proyectos SIIP (Secretaría de Investigación, Internacionales y Posgrado) presenta. En contrapartida, se difunden muy poco los resultados de esas investigaciones. Uno de nuestros objetivos no solo se limita a instalar y promocionar una serie de estrategias que permitan lograr una mejor divulgación de esa producción, que es muy valiosa y variada, otra de las diferencias notables que tenemos con el resto de las unidades académicas, sino que intentaremos crear las condiciones para que los propios investigadores puedan hacer difusión, y sobre todo divulgación científica de sus producciones, es en ese momento que la investigación se convierte en un servicio a la comunidad, acrecentándose el conocimiento que la sociedad en general, no solo la comunidad académica, tiene de ese trabajo investigativo”. 

Finalmente, como gran tercer objetivo, Niemetz señala que es importante poder fomentar las vocaciones científicas en los estudiantes de grado y egresados, a partir de las nuevas modalidades de los planes de estudio que se aprobaron recientemente: “Hay mucho trabajo por hacer para agilizar la tarea de institutos y centros de investigación de la FFyL”.

 

El presente y la escena urbana

Con relación al presente de la Secretaría, nuestro entrevistado se anima a efectuar una doble evaluación: Por un lado, como investigador, proyecta una mirada situada y a largo plazo: “se viene trabajando mucho y muy bien en el desarrollo de proyectos de investigación en la Facultad, un espacio que permite desplegar la vocación científica, aun con obstáculos y  altibajos, y que ha venido creciendo bastante en los últimos 10 años”.

El otro diagnóstico más reciente, ya como Secretario, surge de la mirada sobre un panorama más amplio del escenario, que, si bien por un lado confirma en parte su percepción inicial, por otro lado admite que “me ha generado una gran sorpresa y perplejidad el descubrimiento de una realidad de la investigación, en la FFyL, mucho más compleja y variada. Estamos en un momento óptimo para el desarrollo, porque además los nuevos planes de estudio dejan un terreno muy fértil para mejorar las condiciones de investigación aquí. Siempre la realidad plantea desafíos que quedan insatisfechos, pero las circunstancias son propicias”.

Haciendo un paralelismo con su afición por la fotografía, el docente e investigador nos explica que el escenario descripto se parece a una instantánea “en la que suceden muchas cosas al mismo tiempo, y donde, aunque todo parezca inconexo, refleja un universo muy rico y múltiple. Es una escena urbana que, lejos de ser caótica, es atractiva y sincronizada, aun con conflictos. Hay elementos de la foto que funcionan mejor unos con otros, piezas perdidas en los márgenes, pero el desafío es que todo eso termine de armonizarse”, puntualiza.

 

Guías en el camino

Para referirse a quienes fueron sus grandes brújulas académicas, Niemetz afirma que “si hay una persona que me formó, con mucha paciencia, a lo largo de mi carrera, es Gustavo Zonana. Primero fue mi profesor en Literatura Argentina. Luego, mi director de tesis de licenciatura y de doctorado. Dirigió también mis dos primeros años de la carrera de Investigador en el CONICET. Además, es el  Profesor Titular de la cátedra en la que trabajo actualmente, Teoría y Crítica Literaria”.

“Hubo otros/as profesores/as muy importantes para mi formación. Nicolás Dornheim impulsó mis comienzos como investigador, orientando búsquedas e investigaciones en Literatura Comparada, al igual que Lila Bujaldón y Claudia Garnica. Marta Castellino y Gustavo Zonana consiguieron un proyecto PIP (Proyectos de Investigación Plurianuales) del CONICET, cuando ingresé como becario, que fue un gran semillero para mi formación como investigador. Imposible dejar de mencionar a Fabiana Varela, Claudio Maíz y a Miriam Di Gerónimo, quien fue decisiva en la consolidación de mi vocación docente universitaria.

 

Los lugares comunes y la misión de romper clichés

“La Secretaría de Investigación es un espacio para el continuo crecimiento, está abierto a todos los miembros de la Facultad que deseen potenciar las estrategias para el desarrollo de la investigación, más allá de lo que la Secretaría pueda proponer. Es necesario interpelar algunos lugares comunes que existen en relación con la investigación en el campo de las humanidades. A partir de una clásica distinción, que resulta anticuada e imprecisa, se considera que las ciencias que obtienen resultados tangibles o universales, tienen un mayor valor que las humanidades o las ciencias sociales, que tendrían un peso secundario, inferior, como si fueran una artesanía de la ciencia. Y nosotros, los investigadores de esas disciplinas, estamos permitiendo que se evalúe nuestra ciencia con criterios de otras. Las ciencias sociales y humanas desarrollan sus propias herramientas rigurosas y objetivas, y cumplen con otros estándares y metas. El problema de haber menoscabado esta formación científica paralela, que tiene su arraigo en otro paradigma, es haber desaprovechado la posibilidad de conocer aspectos intangibles que tienen un peso e importancia equivalente a los de las ciencias naturales. Pensemos, por ejemplo, en la pandemia de CoViD-19. Fuimos testigos de hasta qué punto la sociedad  estaba diezmada para lidiar con una circunstancia dramática, trágica, masiva. Esto se relacionó con la incapacidad de los científicos para comunicar información, y con una enorme imposibilidad colectiva para procesarla. La Historia, como ciencia social, aportó aspectos que nos permitieron comprender que no se trataba de algo nuevo, sino de algo que ya nos había sucedido a lo largo de la historia recursiva de la humanidad, más allá de las particularidades de la época actual”.

“La experiencia como investigador/a frecuentemente demuestra que nuestra tarea no consiste en decir cosas nuevas, sino en descubrir las voces silenciadas por una práctica que fortalece el discurso hegemónico, el que se escucha y se repite. Se trata de la construcción de estereotipos, de clichés que funcionan a nivel social. Haciendo un paralelismo con esta mirada, nuestra labor en la Secretaría seguramente tendrá que ver con romper clichés, mecanismos recursivos, y pensar otras herramientas y estrategias para potenciar la investigación en la FFyL.

“La Investigación –continúa- es una de las funciones de la Universidad, al igual que Posgrado, Extensión y Docencia. Y es la pata más corta de la mesa, porque para investigar hace falta dinero. En otros campos, como la medicina o la ingeniería, hay posibilidades de financiamiento privado, empresas que desarrollan aspectos importantes de su labor a través de la investigación y la sostienen. En el campo de las ciencias sociales y humanas eso es más difícil, porque mucho de lo que se investiga en él, si bien tiene una aplicación práctica, no tiene un correlato económico”.

“Sin embargo, -cierra Niemetz- esa tendencia general se está revirtiendo, no solo a partir de los nuevos planes de estudio,  sino también por la implementación de políticas destinadas a visibilizar la labor del CONICET y concientizar sobre la importancia de la investigación para nuestra sociedad”.

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