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La FFyL celebró su LXXIX Acto de Colación de Grado

El viernes 31 de marzo tuvo lugar, en la explanada de la Facultad de Filosofía y Letras, el Acto de Colación de Grado. La ceremonia contó con la presencia de autoridades de la UNCUYO y de cada una de las facultades que integran la Alta Casa de Estudios.

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El Acto Académico inició con un momento musical, a cargo del Coro de Cámara de la Universidad Nacional de Cuyo, bajo la dirección de Víctor Armendáriz.

Luego del ingreso de las banderas de ceremonia y la entonación de los himnos correspondientes, se realizó el cambio de abanderados/as, asumiendo sus atributos respectivos María Guadalupe Bertani, María Fernanda Muñoz y Federico Aquiles Miguez (Bandera Nacional) y Federica Pohl, Brenda Burgos Guevara y María Sol Nadal Bonana (Bandera Provincial).

La ceremonia exhibió una nutrida concurrencia de público, tanto del ámbito académico como de familiares y amigos/as de los 183 egresados y egresadas, en un marco de celebración por la culminación de su etapa universitaria.

 

Eleonora Barchiesi:Hacia nuevos e insondables mundos”

En nombre de sus compañeros/as, la flamante egresada Eleonora Estefanía Barchiesi manifestó en su discurso que “hoy es un día muy especial para nosotros. Luego de años de arduo trabajo, y con mucho orgullo, finalmente recibimos nuestros tan anhelados diplomas. Es este el momento que nos ha inspirado a lo largo del trayecto, en las madrugadas sin dormir, en los cafés fríos, en los apuntes interminables, en las esperas de pasillo; ese sueño que se empezó a formar desde la primera vez que cruzamos esas puertas y que hemos alimentado examen tras examen”.

 

“Nada nos une más a los egresados que la pasión por nuestras respectivas carreras”.

 

Asimismo, la graduada expresó que “no hemos atravesado este camino solos. Fuimos acogidos por una institución que nos brindó las herramientas que necesitábamos. Queremos agradecer al personal de la Facultad que hace posible que las puertas de este establecimiento se abran mañana tras mañana, principalmente hay que mencionar a nuestros profesores. Han sido ellos quienes, con inagotable paciencia y admirable generosidad nos han guiado en cada paso, transmitiendo su profundo compromiso con el saber y el inmenso entusiasmo que los motiva. Gracias por abrirnos paso hacia los nuevos e insondables mundos que seguiremos descubriendo”.

Luego, agradeció a familiares, amigos y compañeros, “testigos de nuestras inquietudes, de nuestros muchos errores y aciertos, de los obstáculos que debimos sortear. Nuestros compañeros de carrera son el mayor presente que nos ha dejado esta etapa, esas excelentes personas  con las que, a través de los años, hemos compartido mucho más que largas jornadas de cursado y estudio, han sido parte esencial de nuestros días, y es por eso que hoy nos llevamos no solamente increíbles colegas, sino también amigos y compañeros para toda la vida”.

Para finalizar, manifestó que “ahora que ya se nos ha brindado todo, es nuestro turno de ofrendarlo, a quienes tengan el ánimo dispuesto, a través de nuestro desempeño profesional, ya sea en la docencia, la investigación o en cualquier camino que el destino nos depare. No dejaremos jamás que se apague nuestra incansable curiosidad”.

 

Decano y vicedecana “al alimón”

El Dr. Víctor Gustavo Zonana y la Mgter. Viviana Carmen Ceverino, decano y vicedecana de la FFyL, decidieron tomar distancia de los discursos propios de estas ocasiones protocolares y adoptaron la práctica del discurso “al alimón”: “Para quienes no están familiarizados con esta expresión, pertenece al vocabulario de las corridas de toros, y por analogía se emplea  para significar que dos o más personas hacen algo en forma conjunta sea al mismo tiempo o alternativamente. No vamos a abundar en las posibles afinidades entre la conducción de una facultad y las corridas de toros. Solo diremos que la estrategia “al alimón” puede ser más efectiva, creativa y además sirve para repartir las cargas”, explicó el decano.

La vicedecana, por su parte, expresó que “vamos a componer este contrapunto armonizando dos temas relacionados con este evento; colación y egreso. Será imposible eludir los lugares comunes de la ocasión. Pero trataremos de hacerlo de un modo personal, con el anhelo de que esa repetición no sea expresión de la vagancia intelectual o de la fatalidad del discurso sino que exhiba lo comunitario, lo que merece celebrarse y permanecer en el tiempo”.

“‘Colación’ –explicó la funcionaria- es el acto de conferir un grado en la universidad. Es también, en el derecho, la acción de traer los bienes a toda la masa hereditaria: los hijos tiene la obligación de agregar los bienes que hubiesen recibido de la persona fallecida cuando aún estaba en vida, para que sean computados en la suma de lo que se va a repartir. Por su parte, ‘egreso’, en el español de América, significa ‘terminar una carrera’. Pero, en su origen latino, era ‘salir de la casa, de la ciudad, elevarse, alcanzar una cima o una meta’.

En esa construcción discursiva “al alimón”, el decano señaló que “en este acto, les damos, a la vez, un título y una herencia. Una tradición y un modo de ser. Se trata de una donación colectiva, en la que ha participado, entusiasta, la comunidad docente y no docente. Ustedes han completado una trayectoria académica con todo lo que ello implica: horas de vida, fotocopias, descarga de archivos, lectura veloz de ensayos, cuentos, poemas, para rendir un práctico, transcripciones fonéticas, interpretación de mapas, diseños de diagramas, resolución de prácticos cruce de puentes colgantes sobre los abismos de la historia, el turismo, la teoría literaria, a veces mediante un solo intento y otras con más de uno. Han participado en procesos de construcción universitaria, han colaborado en el diseño e implementación de planes nuevos como consejeros, integrantes del centro de estudiantes, integrantes de comisiones. Como son los primeros, han experimentado y padecido la novedad. Esa experiencia ha construido conocimiento acerca del funcionamiento de los planes que será heredada por las próximas cohortes”.

En su intervención dialógica, Viviana Ceverino expresó a egresados y egresadas que “han vivido esta transformación curricular durante la pandemia, fue una experiencia dura de aprendizaje mutuo, con consecuencias traumáticas, algunas perceptibles y otras subterráneas. Nos desvinculamos por más de un año y los lazos que pudimos establecer estuvieron siempre mediados por un dispositivo. Pero también aprendimos de esa experiencia".

 

"Resignificamos el valor del encuentro, del mirarse y el escucharse en vivo, y de las relaciones interpersonales y sociales en un espacio compartido. Nos demostramos que podíamos sostener el derecho de enseñar y aprender, a pesar de las penas, las pérdidas, el aislamiento y las dificultades económicas. Nos ingeniamos para descubrir formas de trabajo colaborativo e interdisciplinario”.

 

“En el ejercicio de ese proceso, que fue parte de su cotidianeidad -continuó Ceverino-  posiblemente han contado con el sostén anímico fundamental de sus familias, amigos y allegados. Alguien espera en silencio y levanta una mirada, alguien se muere de ganas por preguntar, pero aguarda la comunicación del resultado después del examen. Alguien da un consejo, pedido o no. Arrima un café, pregunta hasta qué hora van a estar despiertos, sermonea o abraza con expectativa y cariño, prepara la artillería pesada y el marco de INSTAGRAM en cartulina para festejar después de la última materia”.

A su turno, el decano sumó: “egresan, hoy, con esta herencia. Salen de la Facultad que es, a la vez, su casa y su pequeña ciudad, al mundo del ejercicio profesional como docentes, licenciados, traductores, geógrafos, técnicos universitarios. Verlos egresar y regresar, desde otro lugar, es una alegría para la Facultad. Sabemos que los primeros años, en este ejercicio, son arduos. Por ello, proponemos acompañarlos en esta exploración inicial. Entendemos también ese ejercicio como otra forma de aprendizaje que puede enriquecer nuestras perspectivas. Por eso, los invitamos a volver, para recuperar esas experiencias y ofrecerlas, sistematizadas, a las nuevas generaciones de estudiantes. Este es una forma de fortalecer la herencia y compartirla con la comunidad de la que somos parte”. 

“Los esperamos para acompañarlos con proyectos de investigación, de prácticas sociales educativas, de formación continua, que les posibilite la apertura de otros horizontes. Y los esperamos, especialmente, para sostener la defensa de sus incumbencias profesionales. Este es nuestro compromiso institucional”, afirmó el Decano.

La vicedecana, por su parte, dijo a los egresados: “salen a un territorio aún desconocido por ustedes y que los desafía  con sus inconsistencias, sus rutinas naturalizadas, sus historias y también sus espacios de apertura. Sean firmes, mantengan viva su vocación. Anímense a interpelarse, a interpelar y a acordar. A transformar con espíritu reflexivo, con conocimientos profundos de la realidad social en la que se inscriben con creatividad, con paciencia, con tenacidad, aprendan a trabajar en equipo, a reformular sus proyectos, a descubrir una oportunidad en las amenazas posibles. No egresan solo como profesores, licenciados, geógrafos, traductores o técnicos. Lo hacen como ciudadanos responsables. Tienen un deber para con el Estado que hizo posible su formación. Por ello, deben asumir el compromiso de colaborar en su construcción y en su mejora. Quienes los suceden deben gozar de esos mismos derechos o, incluso, más derechos, como  bien lo expresa la fórmula de su juramento, ya no los evaluará una comisión de docentes, sino la sociedad en su conjunto, mientras se desempeñan como profesionales y como ciudadanos”.

 

“La Facultad de Filosofía y Letras les desea que alcancen la plenitud en su trayectoria profesional, que logren consolidar ese destino que es todo suyo, pero también herencia y potencialidad nuestra”, manifestaron al unísono,  como mensaje final, el decano y la vicedecana de la FFyL.

 

 

Esther Sánchez: “Desde la cuna hasta la tumba”

La rectora de la Universidad Nacional de Cuyo, Cont. Esther Sánchez, se dirigió a los presentes para afirmar que “un acto de colación es mostrar el fruto de todo un proceso realizado durante mucho tiempo, de un esfuerzo conjunto entre la institución, los docentes que les han dejado valores y conocimientos, y cada uno de ustedes, graduadas y graduados".

En su discurso, Sánchez citó un párrafo de Gabriel García Márquez, extraído  de su proclama titulada "Por un país al alcance de los niños", un lúcido aporte para contribuir con una mejor educación para Colombia, y con el que invitó a la humanidad a repensar la educación como medio de desarrollo: “Una Educación desde la cuna a la tumba, inconforme y reflexiva, que nos inspire un nuevo modo de pensar y nos incite a descubrir quiénes somos en una sociedad que se quiera más a sí misma”.

La rectora expresó que comparte plenamente esa expresión del escritor colombiano, porque “entiendo que lo que estamos viviendo hoy es parte de ese proceso de educación, que tiene que ser permanente, pero también inconforme, para despertar nuestras ansias de continuar en él”.

 

La FFyL, un ícono internacional

La rectora se dirigió a los egresados para expresarles también que "egresan de una facultad ícono en sus temas, en sus disciplinas, y reconocida internacionalmente, formada por brillantes intelectuales y que tuvo el honor, el privilegio de contar entre sus docentes a un Julio Cortázar, por ejemplo. Ese es el nivel de los docentes que ha tenido y que tiene esta Unidad Académica”.

Luego, subrayó que esta facultad se aplica al trabajo con las palabras, lo cual “no es un desafío menor: las palabras tienen un poder extraordinario. Pueden ser desde un arma filosa y mortal, a la hora de declarar la guerra, hasta un bálsamo cuando una madre calma la angustia de su hijo. En ese rango tan amplio, tenemos que ser muy responsables al usarlas, y ser conscientes de su poder”.

 

El desafío ético profesional

Sánchez explicó. además, que “desempeñarse en el día de hoy como profesionales no es un desafío menor en un mundo complejo, dinámico, revolucionado, con cambios climáticos implacables, y con desigualdad social. Pero hay otros vectores como la tecnología, que no solo nos atraviesa: nos interpela y nos invade.  Así, contamos con recursos como el ChatGPT, que tenemos disponible todos, y que ha cambiado las vidas, la educación, el mundo en el que vivimos. No obstante, hay que ser responsables con su uso. Tiene que intervenir algo que conocemos y estudiamos muy bien: la ética. Porque ese chat carece de esos principios grabados en cada uno de los y las estudiantes y docentes de esta Universidad”. Asimismo, la rectora invitó a los graduados a ser “agentes transformadores en esta sociedad en la que vivimos y en los tiempos que nos tocan por vivir. Egresan de una Universidad pública, gratuita, laica, cogobernada y referente a nivel nacional e internacional. Eso les confiere a ustedes una responsabilidad, sobre todo hacia la sociedad, que permitió que ustedes se formasen en esta institución, a través de su esfuerzo, de sus impuestos. Tengámoslo siempre presente en cada uno de nuestros actos. Creo que eso también nos define como graduados y miembros de esta comunidad universitaria”.

 

“Celebren la vida, la oportunidad que tuvieron de formarse en una universidad como esta, con una formación de calidad. Y les deseo  el mayor de los éxitos”, fue el mensaje final de la Rectora de la UNCUYO.

 

Distinciones y entrega de diplomas

A posteriori, se hizo entrega de las distinciones a los mejores promedios de las carreras, y los premios de Posgrado y CELE. Y se procedió, finalmente, al juramento y entrega de diplomas a profesores, licenciados y técnicos de las diferentes carreras.

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