Miriam Flores, es docente, actualmente se desempeña como responsable del área de Revistas Científicas, dependiente de la Editorial de la FFyL. El pasado 18 de agosto, la Universidad conmemoró su aniversario y entregó medallas al personal que cumplió 30 años de servicio. Flores fue una de las galardonadas.
“Cuando uno se queda en un solo lugar, se acota el universo, porque pensás que lo tuyo es lo más importante, los egos determinan eso, y no te das cuenta que verdaderamente somos parte de un mismo engranaje y que solos no podríamos existir. He pasado por la universidad siendo alumna, profesora, egresada, profesora y personal de apoyo” sentencia Flores con amplia sonrisa. Es que el ámbito académico le ha permitido ir “mutando”, desarrollándose en distintos roles y espacios.
¿Cómo fue su recorrido a lo largo de estos 30 años?
Empecé estudiando letras, tuve la posibilidad de tener relación con el ex rector (Luis) Triviño. En ese entonces ingresé con el cargo docente con funciones administrativas. Con 19 años entré a la biblioteca, ayudantía de primera simple. Pensé que el hecho de estar cerca de los libros, me facilitaría el estudio. Luego de la biblioteca, el contador (Hugo Alberto) Ruiz me pidió que fuera su secretaria, en la parte del decanato.
Mi título es profesora especializada en educación de adultos y había una cátedra donde había una sola docente que daba educación permanente. Conociendo mi perfil, la profesora (Isabel) Blas – que en ese entonces era secretaria académica- me pregunto si podía ir a colaborar con ese espacio. Y fui con mi cargo. Después se jubiló la profesora y yo pase a la secretaría de posgrado. Luego tuve una licencia por razones de salud y cuando volví a la facultad, pasé a la Editorial a trabajar con todo lo que es canje de revistas científicas.
¿Qué le significa desempeñarse en la FFyL?
Hoy como encargada de publicaciones científicas, considero que cada lugar donde he estado, me ha permitido aprender, saber del otro. A veces es estigmatizador, porque por ahí implica q no estás bien en un lugar y tenés la necesidad de moverte. Lo cierto es que se me permitió ver que cada lugar es importante y que te enseña millones de cosas, desde lo académico, lo personal, de la gestión, te permite entender un universo complejo y amplio.
He puesto mucho énfasis en el trabajo, además soy profesora en otros lugares, Trabajo Aulas para tiempo libre, educación no formal en la UNCUYO. Además estoy por dar la Licenciatura en Gestión Institucional, ya estoy inscripta en la maestría, y estoy armando una diplomatura. Una no para.
¿Cuál considera es el desafío de la universidad de cara al futuro?
En el logro de la transferencia está el objetivo. Desde todos los claustro te digo. Yo no creo que el saber esté únicamente puesto en el claustro docente. Creo que la posibilidad de todo tiene su saber empírico y su saber académico. Es lo que hace tener una mirada diferente sobre la universidad. Tendríamos que hacer más significativos los aprendizajes, mas allá de lo ideológico. El desafío para mí, sería que la Universidad se empape de Sociedad, mas allá de que la Sociedad se empape de Universidad, porque si no seguimos siendo una isla.