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“El Turismo Activo genera un alto grado de concientización social”

La afirmación pertenece al Dr. Antonio González Molina, un distinguido profesor e investigador de la Facultad de Economía, Empresa y Turismo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (U.L.P.G.C.), España. Disertó en las recientes Jornadas Internacionales sobre Turismo Activo que se realizaron en la FFyL los días 28 y 29 de marzo de 2023. En esta entrevista, nos explicó la naturaleza de esta nueva modalidad de viaje y sus estrategias de innovación disruptiva para el proceso de cambio del modelo turístico en tiempos post-covid.

imagen "El Turismo Activo genera un alto grado de concientización social"

Dr. Antonio González Molina (U.L.P.G.C.)

Las tendencias del Turismo Activo

El catedrático español precisó durante el diálogo que el Turismo Activo pretende, por su propia filosofía de actuación, un modelo de desarrollo turístico totalmente dinámico, que tiene en cuenta aspectos como la sostenibilidad y el medio ambiente: “Yo trabajo con unas 13 tendencias diferentes de turismo activo. Dentro de ellas, la persona, en el destino turístico, tiene una actitud activa, dinámica, en torno de un conjunto de actividades que normalmente se dan en entornos totalmente naturales. Eso no significa que otras actividades de Turismo Activo no se desarrollen en las grandes ciudades. Lo primero que hay que rescatar es la actitud del viajero, que no es un actor pasivo en el destino, sino activo, tremendamente responsable de sus acciones”.

“Como tendencias turísticas encontramos el turismo de aventura, el deportivo, el slow travel (NdR: aquel en el que se viaja más despacio para saborear cada momento), el etnoturismo, el enoturismo, el turismo rural, el vivencial. En cada una de estas tendencias se evidencia la diferenciación de un modelo de desarrollo turístico”.

 

“El Turismo Activo genera concienciación si tienes un plan estratégico previo, que la actividad no se trate solo de vender un paquete turístico. Hay que tener una buena planificación: a dónde me dirijo, qué quiero, por qué, para qué, cómo, cuánto”.

 

 

El turismo deportivo y sus vertientes

“Si el turismo que se hace es deportivo, este tiene dos vertientes: la de aquel en el que el actor principal es el que realiza la actividad, viaja a jugar balonmano, baloncesto, para competir, o solo por esparcimiento, como lo es esquiar de manera no competitiva. Y otro es el caso de las competencias, en que el negocio principal no está en quienes lo practican, sino en el número de espectadores que acumula la actividad. En un estadio donde se enfrentan 2 equipos de fútbol son 11 jugadores contra otros 11, son 22, pero hay 100 mil personas que los están viendo. Es en la cantidad de gente que es capaz de movilizar la actividad, donde radica el negocio, ya se trate de campeonatos mundiales, juegos olímpicos o competencias regionales. Estas últimas trasladan seguidores en cinco autobuses como mínimo. En el destino de la competición, se contratan noches de hotel, servicios de comidas, souvenirs que se compran como recuerdo de ese lugar”.

“Esta última opción incluye la organización de grandes eventos, como carreras populares, maratones que arrastran muchísima gente. Si se es espectador de una copa del mundo, o se realiza un evento como la Liga de Campeones, con el Barcelona, por ejemplo, se calcula que desde el Aeropuerto de esa Ciudad pueden salir, hacia el lugar donde se realiza la competición, unos 300 o 400 aviones repletos de gente ese fin de semana. Si bien, viajaron 11 jugadores de base, más 7 suplentes, más el cuerpo técnico, unas 25 personas de la delegación, desde Barcelona salieron 60, 70 u 80 mil personas. Cuando llegan al lugar de destino, la principal actividad es ver el partido, que dura 2 horas. El resto del tiempo que incluye 2 o 3 noches, los viajeros se dedican a adquirir o consumir regalos, noches de hotel, comidas, transportes. Esto tiene una magnitud económica extraordinaria”.

“También, dentro del turismo deportivo, se incluyen la pesca de altura y práctica de golf. El turismo de golf en España, antes de la pandemia, estaba en unos niveles de facturación en torno a los 4.800/5.800 millones de euros al año. Es un tipo de turismo de un nivel de calidad tremenda, con hotelería exclusiva. Una cuestión es el negocio que percibe la gente y otra el que la gente no aprecia, no ve, en el que la ganancia radica en las grandes infraestructuras de vivienda y valores inmobiliarios que se construyen alrededor de un campo de golf, por ejemplo. El mismo que construye el campo de golf, es el que comercializa el tema de viviendas en su entorno. En España, ese mismo año, 2019, el valor inmobiliario de todo lo que se vendió, superó los 48 mil millones de euros. Allí se incluye la pesca en altura, un negocio turístico muy especializado, porque las personas que lo practican requieren normalmente, hoteles 5 estrellas, limusina que los traslade desde el aeropuerto hasta el hotel, y allí optan por el alojamiento solo con desayuno, porque las demás comidas al mediodía o cenas se consumen a la carta en restaurantes con 2 o 3 estrellas Michelin en el destino turístico. Es un turismo con alto nivel de consumo. Cuando los turistas arriban a destino, contratan una embarcación para dos personas: la que va adelante pescando y la otra atrás. Son amigos o camaradas que compiten por lograr la mejor pieza. Esa embarcación tiene un piloto que la conduce y que lleva preparadas las neveras, champagne, etc. Nunca viajan por 2 o 3 días, sino que contratan paquetes de 7 u 8 noches”.

Y González Molina explicó que, por otra parte, “el turismo de nieve es muy especial, arrastra grandes beneficios. Por un lado se incluyen los medios mecánicos, los forfait (NdR: abonos o tickets que  incluyen el acceso a todas las pistas, remontes y telesillas), las estancias del turismo de nieve, que son normalmente de lunes a viernes, con un tipo de turistas, y los fines de semana con otro tipo totalmente distinto. Allí se evalúa la cantidad de tiendas de material deportivo que se mueven en torno a esto. Creemos que el negocio de la nieve está en los forfait, pero también en alquileres, alojamientos con desayuno y/o cena con consumo en restaurantes de pistas al mediodía”.

El turismo de aventura, en cambio, concentra una, dos o tres actividades, como rafting, parapente, paracaidismo deportivo, Alta Montaña, etc. Las personas de estas actividades, en destino, consumen otros aspectos que no se relacionan con el turismo de aventura: restaurantes, por ejemplo. Dentro del turismo gastronómico, sus visitantes también adquieren regalos, souvenirs, por lo que las actividades en el destino turístico son totalmente interdisciplinarias”.

Finalmente, el disertante español señaló que “se evalúa el capital de facturación que se mueve de manera directa, indirecta e inducida. De manera indirecta e inducida se produce muchísima riqueza en el destino turístico. Por eso, quienes analizan la actividad del Turismo, tienen que tener una perspectiva bastante global de todos los intereses que mueve el sector turístico: traslados por mar, aire o tierra, alojamientos en destino, no solo hoteles y apartamentos típicos, sino que también durante los últimos 10 años crecieron y se consolidaron como tendencia las casas vacacionales, los servicios en destino en general, porque además de las dos o tres actividades principales del atractivo turístico deportivo, cultural, slow travel, etc., cuando se arriba al destino se produce un efecto de economía en cascada con la que se benefician, de manera extraordinaria, los comercios de la zona, la industria de la alimentación, etc.”.

 

Sostenibilidad y Ética en el Turismo

Con referencia a las implicancias éticas del ejercicio de su actividad, González Molina expresó que “soy un enamorado del turismo de sol y playa, porque la base fundamental es la naturaleza pura y dura, de salud. Pero ese modelo, que teóricamente nació bajo esa filosofía, se ha transformado, y sus destinos se han prostituido. Una gran cantidad de hoteles y alojamientos de ese tipo de turismo tratan a los turistas como simples fichas, como datos estadísticos. Se ha masificado la actividad turística y en esos destinos se realizan, lamentablemente, prácticas de tipo sexual que incluye, frecuentemente, abuso de menores. Habría que meter en el juzgado y en la cárcel a mucha gente que utiliza niños y niñas en destinos para un tipo de turismo sexual”.

Y subrayó que “una cosa es lo que decimos, lo que firmamos, y otra lo que hacemos, esa falta de control que ayudaría a evitar la violencia hacia la población del destino turístico. El que un turista tenga un modus vivendi con alto poder adquisitivo, no significa que se deba explotar personas y recursos del lugar para ponerlos a merced de sus necesidades/aficiones para propiciar el turismo sexual, en el que cada vez se observa con más frecuencia el abuso y la prostitución. Desde el punto de vista empresarial, filosófico y político esas prácticas deben ser rechazadas”.

Por otra parte, explicó que “hay una masificación extraordinaria del turismo que va contra el cuidado del medioambiente, porque se utilizan medios de comunicación por tierra, mar o aire, de manera masiva, en el destino, lo cual reduce el nivel de calidad de vida. Hay una filosofía firmada por varios Estados miembros de las Naciones Unidas comprometidos con la preservación del medioambiente. En estos momentos tenemos que luchar para lograr que se incluya en la agenda 2030, de Naciones Unidas, la praxis real del contralor de lo que ocurre día a día en algunos destinos turísticos”.

Asimismo, indicó que “las empresas de viajes en crucero tienen que hacer un esfuerzo enorme, porque para movilizar un crucero se emplean muchas toneladas de combustibles fósiles. Los procesos de combustión son bastante grandes. Lo más grave es que un crucero puede llevar 3, 4 y hasta 5 mil plazas a bordo durante una semana. Cabe preguntarse qué se hace con todos esos residuos sólidos. A veces se tiran en el mar, porque se cree que no molestan a nadie. Si bien el crucero es un enorme negocio para los propietarios, la mayor parte de la mano de obra para las travesías reúne a trabajadores de zonas depauperadas económicamente, que reciben sueldos míseros, totalmente alejados de los sueldos mínimos de los países más avanzados. Normalmente se recurre a gente de países de bajo nivel económico, con más necesidades y resulta una explotación laboral. Es fundamental que los cruceros hagan un esfuerzo enorme para que se produzca un proceso de descarbonización, porque el nivel de gastos de combustible para que se trasladen esas naves de un lugar a otro es tremendo. Por ejemplo, solo en Europa, los distintos cruceros que la recorren tienen un nivel de contaminación que supera al de los más de 250 a 300 millones de coches que circulan por el continente”.

“Estuve en Mendoza en el año 2008, cuando se realizó el Primer Congreso Internacional de Turismo de Aventura, invitado por el Presidente del Comité Organizador, Francisco “Pachi” Romero. Brindé unas cinco ponencias internacionales y me referí al Turismo de Aventura. Hablé sobre los impactos económicos, sociales y culturales que producía, en el destino turístico, un evento como el Dakar. Si queremos un Turismo con mayor sostenibilidad, es importante conocer la experiencia Dakar. Conozco personalmente todo lo que este evento produce en Senegal, en el Lago Rosa, cuando se llega a la final: un auténtico desastre. Las máquinas se dejan tiradas en los espacios, hay ganado atropellado, accidentes que afectan a personas del lugar, del desierto. Hay una indiferencia, por la vida de la gente, de aquel que maneja la máquina y le da lo mismo saltar y pasar por encima de todo. Es una actividad tremendamente invasiva. Con datos estadísticos y con un planteamiento meramente académico, di mi punto de vista, sobre esto, en el Acto de Clausura, y fui tremendamente crítico”, aseveró.

 

La recreación: lo catártico y lo catalítico

Al hacer referencia a estos conceptos asociados a la actividad turística activa, González Molina explicó que “en la catarsis, tú haces cualquier cosa y te olvidas de todo. En la catálisis tomas conciencia de lo que haces y te reactivas conscientemente. La catarsis pura es ir a ver un partido de fútbol, aplaudir, saltar, brincar, tomarme cuatro copas y marcharme a casa. Este es el proceso que les interesa a muchos políticos para su ciudadanía: que la gente no piense. En la catálisis, en cambio, si bien te relajas, te reactivas con una gran conciencia social corporativa”.

“En el Turismo pasivo, como el de sol y playa, tú pagas una cantidad de dinero, coges un avión ida y vuelta, esperas que haya buen tiempo en la zona, por la noche te vas de copas y haces lo que te da la gana, sin concienciación con el medioambiente.  En el Turismo Activo, en cambio, las empresas del sector están altamente sensibilizadas con el destino, base fundamental del atractivo de los productos que promocionan. Y hacen una labor de apostolado del medioambiente con sus usuarios, sus consumidores, quienes se mantienen  firmes y disciplinados con esa conciencia. Si alguien tira, delante de ellos, una colilla cuando está fumando, ellos les llaman la atención; y si dejan una botella de plástico en el suelo, les piden que la recojan. El turismo activo exige trabajar con personal altamente cualificado, con mayor nivel de responsabilidad  social corporativa, lo cual no ocurre con el de sol y playa, que se limita a traslados, transfers o el conocido all inclusive en destino”.

 

González Molina y la polémica de los eSports

El español aludió también a la polémica por la que se hizo mundialmente conocido, la de si se debía considerar o no a la práctica de los eSports como deportiva: “Para que haya deporte, tiene que haber actividad física, de lo contrario no lo hay. Eso, por narices. Se montó una polémica muy fuerte en Canarias, hace algún tiempo, porque querían aprovechar a Canarias en su condición de zona franca (NdR: liberada del pago de impuestos). Allí se instalarían grandes multinacionales. Me tocó liderar un colectivo tremendo que estaba no en contra de los e-sports, sino de que estuvieran incluidos dentro de la Ley Canaria del Deporte. Y si esto no era deporte, no tenía por qué incluirse en esa ley. A lo sumo, lo que había que hacer era una ley de videojuegos competitivos, una normativa de los procesos de digitalización. Los videojuegos son muy creativos e imaginativos, pero tratar de catalogar el videojuego como deporte es prostituir la palabra deporte, definida perfectísimamente por la Unión Europea. Yo era decano, en aquellos momentos, de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (2016-17-18). La estrategia de estas grandes multinacionales era utilizar Canarias por su puerto franco. Entonces quisieron hacer ingresar no la fabricación y el diseño, porque los diseñadores de los videojuegos viven en todo el mundo y los venden a las multinacionales, quienes los comercializan, sino librarse de carga impositiva. Mientras nosotros pagábamos un 24% de impuestos, en la zona franca esas empresas pagarían entre un 4 y un 6% para dedicarse a vender los videojuegos, desde allí, hacia todo el mundo. Intentaron, incluso que los eSports participaran como deporte de exhibición en los Juegos Olímpicos. Eso no me extrañó, ya que les interesaba que todos los ordenadores que se utilizan en la celebración de los JJ.OO., siendo de marcas determinadas, estuvieran incluidos en el evento, respondiendo a intereses no deportivos, sino económicos. Promueven que la gente conozca los videojuegos que más se venden, y que son de corte muy agresivo. Si bien, como dije, son competitivos, muy creativos, imaginativos y con un diseño extraordinario, no son deporte, porque no se realiza actividad física alguna en ellos”, enfatizó.

 

Las proyecciones en Mendoza

Al ser consultado sobre el desarrollo de esta modalidad turística en Mendoza, manifestó que “no tengo datos estadísticos del Turismo en Mendoza. La provincia tiene unas características fantásticas para el desarrollo del Turismo Activo, con todas sus tendencias y modalidades, pero es necesario conocer el número de puestos de trabajo que genera y la cantidad de empresas dedicadas a la actividad. Espero contar con esos datos estadísticos para ver cómo se está desarrollando, si se cuida el medioambiente”.

“El tema del Turismo Activo y de Aventura, si algo tienen, es que normalmente, la mayor parte de las empresas son muy cuidadoras del ecosistema, y conscientes, mentalizan a sus clientes, sus usuarios y consumidores y los movilizan. Hay un cambio de modelo del desarrollo turístico incipiente, que cada vez  tiene más fuerza. Muchos destinos de sol y playa están virando hacia el turismo deportivo, activo, de naturaleza, porque ven que es una manera de cuidar el medioambiente natural y de garantizar ciudadanos mentalizados y altamente concientizados”, cerró el investigador español.

 

“Aquellas empresas que tengan una buena filosofía de trabajo en los distintos productos, en la manera de comercializarlos y en el trato más personalizado e individualizado de sus clientes, están condenadas a crecer y a tener éxito”. 

 

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