El doctor en Historia Hernán Asdrúbal Silva se convirtió en el nuevo Doctor Honoris Causa de la UNCuyo, un reconocimiento que logró por sus aportes académicos a la historia económica y social, la inmigración y los procesos de integración de América Latina, así como por su vocación para promover la formación de equipos de investigación en varios países y, puntualmente, en la región de Cuyo. 

La distinción la solicitó Filosofía y Letras, Facultad con la que el historiador mantiene estrechos vínculos académicos y científicos desde hace muchos años. En el aula C8 de esa Unidad Académica –ante autoridades, docentes, alumnos y familiares del historiador-, la profesora Alba Acevedo repasó las razones que respaldaron la petición. Entre ellas, subrayó que Hernán Asdrúbal Silva es un verdadero maestro entre sus pares, un brillante y serio divulgador y un promotor de jóvenes investigadores en temas históricos.

Silva recibió emocionado el diploma y la resolución, que le entregó el rector Daniel Pizzi, así como la medalla que le dio el decano de Filosofía Adolfo Cueto. Luego se pronunciaron ambas autoridades y el flamante Doctor Honoris Causa. 

En ese contexto, el rector Pizzi aseguró que para la UNCuyo es un orgullo y un hecho muy significativo poder reconocer la carrera y el comportamiento de un académico de su nivel y compromiso con la enseñanza de la historia latinoamericana.

Sobre la figura de Silva resaltó dos cuestiones. Por un lado, su pasión y entrega para formar equipos de trabajo. “Hoy, una de las cosas que más se aprecian en los países de avanzada es el trabajo en equipo. Esperamos seguir recibiendo algo de la inteligencia y capital que has adquirido en tu práctica profesional” dijo. Y por otro lado, rescató su labor de internacionalización y la intención de recibir parte de su expertise y competencia. “Ahora que eres profesor de la UNCuyo, queremos también que nos colabores en este sentido, en un trabajo compartido para honrarnos mutuamente”, finalizó.  

A su turno el Decano Cueto se refirió al historiador como “un dador de oportunidades, de abrir puertas y generar vínculos”, una persona que impulsó a lo largo de América Latina, inclusive hasta Centroamérica, un grupo de investigaciones conjuntas que aportaron al crecimiento y la madurez de otros científicos. “Un promotor de una red de investigadores que realmente es impagable” admitió. 

En lo personal, consideró que más allá del conocimiento, lo valioso es su actitud de vida: un maestro de maestros. “Muchas gracias por todo lo que has dado Hernán, este Honoris Causa es un poquito de lo mucho que has sembrado. Y creo que acá lo académico es complementario a ese afecto personal que te tenemos” concluyó.

“Es difícil hablar después de escuchar tantas cosas. Uno no se ve en ellas, no puede, sólo ha vivido. Yo soy Hernán, y como tal me tratan y me siguen tratando”, dijo conmovido el flamante Doctor Honoris Causa. 

Luego de confesar que se trata de un compromiso que nunca había asumido, afirmó: “Quiero manifestar a la Universidad Nacional de Cuyo mi especial agradecimiento por el lauro que me otorga, sueño de cualquier científico, más aún cuando proviene de una institución con una vasta y consolidada trayectoria cultural y científica, como la que hoy nos cobija. Gracias por insertarme en un lugar de privilegio, al que sólo llegan unos pocos, en comparación con el universo de nuestros pares”.  

Y a continuación comenzó su conferencia magistral, titulada “El historiador y su perspectiva histórica”. En ella intentó despojarse de ataduras académicas para hablar desde sí mismo, con la historicidad propia que le tocó transitar. En una de sus reflexiones explicó: “No existe el historiador como ente abstracto, cada uno de nosotros respondemos a nuestra pertenencia, nuestra formación, nuestros valores y nuestra idiosincrasia. Como historiadores estamos marcados por nuestra propia historicidad”.  

Acerca de Hernán Asdrúbal Silva 

Se graduó como licenciado y profesor de Historia en la Universidad Nacional del Sur. Luego se doctoró en Historia de América en la Universidad de Sevilla, España.

Fue docente en diferentes cátedras de la Universidad del Sur, prolífico investigador con más de 200 trabajos, y autor de un centenar de libros y artículos que se publicaron en el país y el extranjero. Miembro de la Academia Nacional de Historia, del Instituto Panamericano de Geografía e Historia y de la Asociación Internacional de Historiadores Latinoamericanistas (AHILA).