Ya podés acceder a la 4ta. Entrega de la lectura de la novela de la escritora coreana Han Kang.
El espacio virtual #siempreliteratura de la Ronda Lectora “Literatura en Voz Alta” de la Librería Liliana Bodoc de la FFyL nos acerca la lectura de “La vegetariana”, de Han Kang, en la voz y la presencia virtual de Ariana Gómez.
En la lectura anterior, habíamos sido testigos de cómo se habían precipitado los hechos violentos que surgían de la confrontación de la protagonista con su familia. Allí se develaron el fuerte sistema patriarcal, los mecanismos de manipulación que se cernían sobre Yeonghye y, fundamentalmente, la descomunal violencia psíquica y física a las que se la sometía para ejercer el control sobre su vida.
En esta 4ta. entrega de la lectura, que finaliza la primera parte del texto (“La vegetariana”) y comienza la segunda (“La mancha mongólica”), se observa un cambio de narrador. Ya no será el marido de Yeonghye quien nos relate la urdimbre de la novela, sino que ahora, desde la perspectiva del cuñado de la joven, podremos conocer la atmósfera dramática de las relaciones familiares que se cierne sobre la protagonista.
La primera parte del texto tiene un final inquietante, con una Yeonghye que escapa de su cama de hospital para sentarse en un banco cerca de una fuente, semidesnuda, con sangre en la comisura de sus labios, exhibiendo la herida de su muñeca izquierda y apretando el cuello de un pájaro ojiblanco desplumado, mordido por un “depredador”. Este acercamiento al reino animal parece confirmar la obstinación de Yeonghye en renunciar a la condición humana para, inevitablemente, afirmarla.
Más que una renuncia al cuerpo, la de la joven protagonista es una renuncia a la existencia. Su sentido onírico que irrumpe es un cuestionamiento al sentido racional imperante en la vigilia. El significado que cruza el umbral divisorio de los dos estados es el principio de la catástrofe. La huida del dispositivo es violenta en extremo. No es tan fácil deshacernos de nuestra corporeidad.
La voz de Ariana Gómez nos conduce a una 2da. Parte narrada en 3era. persona, desde la perspectiva del cuñado de Yeonghye. El relato de “La mancha mongólica” gana en sensualidad, despliega violencias más sutiles y traza descripciones más poéticas. El cuñado de Yeonghye también es impulsado subrepticiamente por el sueño. Ambos personajes generan escenas promovidas por el deseo; se vuelven permeables a las pulsiones (metamórfica una, sexual la otra). Los dos rompen tabúes, en la comida y en el sexo.
El esposo de Inhye es un ser atravesado por imágenes de producción artística, en las que se entrecruzan las críticas metaficcionales de la novela. En su urdimbre imaginaria, los cuerpos desnudos de un hombre y una mujer entregados a la performatividad vegetal se “enraman” con la mancha mongólica de su cuñada, que lo obsesiona como una intervención inacabada. El entramado psicológico del personaje preanuncia el conflicto familiar que plantean la autocensura y la identificación (el personaje tampoco come, ante el arrebato de su profusa vida interior). Su obsesión se torna “desencanto gelatinoso” en el drama íntimo que le supone no poder poseer la fuerza andrógina de aquel “árbol salvaje sin podar” que representa, para él, su cuñada.
No te pierdas este cuarto envío de la lectura de “La vegetariana”, una novela inquietante, donde, junto a la protagonista de la historia, otros personajes descubren, y nos hacen descubrir que, en el escenario psicológico de nuestras performances, acecha algo más tenebroso y amenazador: los impulsos secretos, “desviados”, libertarios, que pueden conducirnos a la autodestrucción.
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Fuentes:
Gómez, Ariana: Lectura 4 de “La vegetariana”, de Han Kang.
Forti, Leandro: Sobre el margen: Sobre “La vegetariana” en https://sobreelmargen.blogspot.com/2019/05/sobre-la-vegetariana-de-han-kang.html