Con la presencia del Sr. decano de la FFyL, Dr. Víctor Gustavo Zonana, hicieron uso de la palabra los profesores Dr. Pablo Rizzo de la Cátedra de Geografía Urbana (FFyL-UNCuyo) y la Dra. Elma Montaña, de la Cátedra de Sociología Rural y Urbana, (FCPyS-UNCuyo), quienes presentaron los contenidos del libro.
La Dra. María Flor Destéfanis, Intendenta de Santa Rosa, disertó sobre el Programa de Gestión y Producción del Suelo de Santa Rosa, diseñado recientemente en colaboración con el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación.
Por último, Luciano Scatolini, uno de los autores del libro y actual Secretario de Desarrollo Territorial de la Nación (Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación), comentó la obra, desarrollando las ideas principales que se plasman y los desafíos para las políticas públicas de planificación territorial a nivel nacional, metropolitano y local.
El futuro del espacio urbano
La presentación del texto cobra importancia porque acompaña el esfuerzo de materializar políticas públicas que cambien la correlación de fuerzas existentes y que permitan fortalecer el Estado y desarrollar iniciativas que sirvan para que un derecho humano tan básico y prefigurativo de la vida de cualquier persona como lo es que el acceso a la tierra y a la vivienda.
Sin embargo, avanzar en esta orientación no es una tarea sencilla y requiere de acciones y resultados que perduren en el tiempo, que puedan ser la base de la permanencia de estos derechos en disputa para lograr soluciones definitivas ante la desigualdad imperante.
El contexto es complejo. Mientras siguen creciendo de manera sostenida las construcciones de urbanizaciones cerradas, es decir, barrios privados o de característica de organización territorial endógena y disociada de un desarrollo urbano integral, también hay un crecimiento constante de las villas o asentamientos.
Sin dudas el futuro en el espacio urbano no se debatirá en si existen ciudades a 15 minutos de distancia o no, sino cómo se hace de los lugares que se habitan sitios seguros, sustentables e inclusivos para el conjunto de la población. Porque habitar dignamente es un derecho humano de incidencia colectiva reconocido por todo el ordenamiento legal, y es un mandato de carácter humanístico irrenunciable.
El desafío sigue siendo equilibrar la balanza y poder representar a todos los sectores que necesitan acceder a derechos básicos, ampliar su perspectiva de una vida que se transite con dignidad; y es en ese camino que se deben proponer políticas integrales que permitirán ensanchar el horizonte para el conjunto de la sociedad.