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Palpitamos el enigmático e imperdible final de “Moderato cantabile” en nuestro canal de YouTube

La Ronda Lectora virtual #siempreliteratura nos brinda su 9na. Emisión de la lectura de “Moderato Cantabile” de Marguerite Duras (1958) en la semana del 11 al 15 de abril, continuando con el eje “Las clásicas del Siglo XX”.

imagen Palpitamos el enigmático e imperdible final de "Moderato cantabile" en nuestro canal de YouTube

La conductora y coordinadora del espacio Ronda Lectora Literatura en Voz Alta, Lic. Ariana Gómez, destaca, en esta entrega, el sino trágico de la condición de esposa con el que Anne se va encontrando inevitablemente mientras dialoga con Chauvin.

Asistimos a la lectura del final de la velada, “nos levantamos de esa mesa” junto a Anne, vamos con ella a la habitación de su niño, donde ella vomita ese vino, todos los vinos, un hecho biológico que se configura en un símbolo, cómo liberarse de esas cargas, de esos terrores.

Ella se protege, se evade, con esta borrachera, de ese gran dolor existencial que la tiene marcada. La seguimos también al día siguiente, en su camino hacia el bar, hacia la última charla con Chauvin; a su primera “promenade” sin su niño y la sentimos esperanzada, irá con él de vacaciones al mar. Esas vacaciones, ese aroma diferente que la espera, puede ser un futuro para ella, atrapada en la angustia de aquel grito, el de aquella mujer que la interpeló, que la detuvo y la puso en contacto con sus profundas subjetividades.

Un continuum de preguntas existenciales arranca con la inquietante e inicial pregunta de si será “la magnolia” tan perfumada, la que repugna, y por eso ella está tan rara, que parece enferma. Se trata de eufemismos mal intencionados para mostrar la borrachera, su comportamiento indebido, su cuerpo presente. Ella, sin embargo, está ausente, aunque esté sentada a la mesa.

Ariana Gómez cita las palabras de la Prof. Lic. Lía Mallol quien se pregunta: “¿Cuánto pesa el destino de los demás sobre aquellos que son testigos? ¿Por qué el grito repentino de una desconocida y la vista de su cuerpo bañado en sangre afectaron tanto a Anne Desbaresdes, mujer joven y rica, únicamente atada a su hijo? ¿Por qué vuelve al café del puerto, donde el cadáver de la desconocida se había derrumbado en medio del atardecer? ¿Por qué interroga a ese otro desconocido, Chauvin, testigo como ella? [...] Regresa a diario al lugar del crimen cometido por otro. A diario interroga aún más, ella misma habla más largamente. [...] ¿Qué buscaba, entonces? ¿El amor de Chauvin? ¿La muerte a manos de ese hombre que desea y que la desea, como la había obtenido de su amante la mujer asesinada?”, y luego agrega sobre la indagación insistente, quizás obsesiva de Anne: “insiste en indagar, a pesar de que para su interlocutor será imposible esclarecer el hecho. A diferencia de Chauvin, el crimen no es la excusa que la acerca al hombre. No es él quien la atrae, sino que, a mi juicio, la convoca el crimen mismo.”

La Lic. Gómez comparte, entonces, la mirada y la cita de Mallol, cuando dice que no es Chauvin, sino el crimen mismo: “Ese grito era tan fuerte que verdaderamente es muy natural que uno intente saber. Difícilmente habría podido evitar hacerlo.”  Esta perspectiva coincide con la propuesta por la conductora de la Ronda Lectora, quien analiza el texto en clave de cuento de delito, novela de delito, a la manera de Ludmer (2012), como asunto que determina los modos de la narración más allá de todos los asuntos sociales vinculados a la dársena, al trabajo, a los sirvientes de la casa, etc, y a todas las marcas sociales de la novela, como así también los dos grandes temas que se ha interesado destacar a lo largo de todas las entregas, como han sido la maternidad y el arte (la música).

Y finalmente, a modo de conclusión y ante este final abrupto, abierto y doloroso, Lía Mallol señala que Anne Desbaresdes “es presa así de fascinación, de encantamiento”: “Es esta historia de amor y de muerte sumida, por añadidura, en un profundo misterio, lo que verdaderamente embarga el ánimo de Anne. Esta joven mujer rica, solitaria, aburrida, frustrada, vacía, asiste de pronto y por casualidad al desenlace de un drama pasional que la desconcierta, la sustrae de su rutina cotidiana y la conmueve[8]; un hecho que acapara su atención tal como lo haría un encantador de serpientes[9]”.

La coordinadora de La Ronda Lectora Literatura en Voz Alta se despide de su audiencia compartiendo el link del artículo de la Lic. Lía Mallol referido al enigmático final de nuestra novela:

http://ffyl1.uncu.edu.ar/spip.php?article582     

Maravillosa 9na. Entrega a la que quedan, todas las personas, invitadas a gozar de manera activa, en esta propuesta de la Ronda Lectora, a través del canal de YouTube de la FFyL de la UNCuyo: 

https://www.youtube.com/c/FacultaddeFilosofíayLetrasUNCUYO

 

Las emisiones son difundidas a través de las redes sociales de la FFyL de la UNCuyo, articulando la Universidad con su entorno local, nacional e internacional.

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“Moderato cantabile”

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