Como cada año, el pasado 14 de agosto la Universidad Nacional de Cuyo conmemoró en la Nave universitaria, su aniversario. En esa ocasión, entregó medallas al personal de las distintas unidades académicas, reconociendo el cumplimiento de 30 años de servicio.

 Carlos Inzirillo fue uno de los galardonados. “Yo he andado por todos lados, he hecho una gira por la universidad. Comencé por el comedor, luego fui a parar a  la que era la facultad de Elemental en la sede del centro. Luego vine a este lugar (por la FFyL), después a un colegio de la UNCuyo y más tarde volví a esta facultad. Conozco mucha gente”, señala quien actualmente se desempeña en el área de mantenimiento, producción y servicios generales de Filosofía y Letras.

Cuando a Inzirillo se le consulta por sus labores, agrega que hay que saber “hacer de todo” para el mantenimiento y buen funcionamiento del lugar. Eso implica que a lo largo de las 6 horas que dura la jornada laboral, el trabajador se pone al servicio de las necesidades de la comunidad. “Esta es nuestra segunda casa. Acá además de compañeros, hay amigos” asevera.

Trabajar tranquilo

A Inzirillo le faltan 10 años para jubilarse, pero se muestra satisfecho con las tareas asignadas y cumplidas dentro del edificio. “¿Qué me gusta del trabajo? se pregunta y se repite en voz alta. “No tengo problemas con nadie, y tener un trabajo seguro, es un logro importante teniendo en cuenta como está la calle ahora”, sostiene.

Inzirillo dice que no ha sido fácil recorrer este camino de 32 años en el ámbito universitario.” Pero te vas a acostumbrando, te vas adaptando, vas conociendo el ambiente. A veces te trasladan y te cambian de funciones por no coincidir con las autoridades de turno. Y ahí, tenés que volver a empezar todo de nuevo. Ahora estoy tranquilo, estoy bien, acá te dejan trabajar” finaliza convencido.