La lectura integrada de documentos y objetos para explicar el pasado no es nueva. De hecho está en las raíces fundantes de la disciplina histórica. No obstante, en América en general y Argentina en particular el enfoque dado a esta especial interacción adquirió características particulares en la arqueología, alejándola de los programas propios de una arqueología vinculada a la historia del arte o la antigüedad clásica; en una línea que la asimilaría más bien con aquella arqueología de tiempos históricos coincidentes con el medioevo europeo. No obstante, el interés de los arqueólogos americanos fue prefigurando la búsqueda por conocer el desarrollo del mundo moderno, aspecto que "desbordó" las tendencias tradicionales incorporando temáticas sociológicas, geográficas, etc.