Con la presencia de familiares y amistades del poeta homenajeado y de la coordinadora del Primer Coloquio de Poesía desde Mendoza, Prof. Bettina Ballarini, se inauguró el “Camino de la Poesía Alfonso Sola Gonzalez”.
Ballarini manifestó, en primera instancia, que “vamos a plantar un laurel, no solo en homenaje a Sola González, sino también a todos los poetas, ya que el laurel es su símbolo. Son más de 70 los que han asistido a este coloquio. Hoy, felizmente, inauguramos este “Camino de la Poesía”.
Vivir “en estado de poesía”
Gustavo Zonana expresó: “Creo que no podía haber mejor elección que el nombre de Alfonso para este camino, porque después de vincularme a él a través del estudio, de la edición del enorme tesoro de lírica que había quedado sin publicar, Sola fue para mí casi como un profesor. Fue el maestro de muchos de mis profesores, quienes lo evocan con un cariño entrañable y, en palabras de Emilia Puceiro de Zuleta, como un sujeto que ‘vivía en estado de poesía’. Sola González fue muy querido en la Facultad, por lo que se justifica plenamente esta elección de su nombre para el camino”.
“La perfección, la belleza, la singularidad, su trayectoria, no se pueden sintetizar tan brevemente. El primer ciclo de su poética estuvo muy vinculado a la Generación del ’40, pero luego hubo un giro hacia un lirismo tal vez más despojado, e incluso más crítico, pero también más lacerante, como podemos ver en textos publicados, sobre todo, a partir de mediados de los ’60. Para nosotros es una alegría estar en este Acto, en el marco de un coloquio dedicado a la poesía y a los poetas de gran relieve en la literatura argentina”.
“Para mí es importante estar aquí, porque estoy vinculado no solo a la obra y a su autor, sino también a la familia, un tesoro que me vino como regalo complementario de la lectura y el estudio de la obra de Alfonso. No puedo menos que recordar también a Graciela Maturo, a quien hemos perdido recientemente, una persona a quien tuve la suerte de conocer y de aprender de su magisterio, una vida consagrada a estudio de la poesía en contextos duros”, dijo con emoción el decano.
“Tanto Alfonso como Graciela han sido personalidades poéticas que vivieron circunstancias muy difíciles, de las que pudieron reponerse. Particularmente Graciela, en el marco de los ’70 en la UBA y también con posterioridad, con el retorno de la democracia, con su defensa de la perspectiva americanista, humanística y hermenéutica. Fue un puntal de esa línea, vinculada a la poesía y a la dimensión simbólica del lirismo. Hoy, en esta plaza, homenajeamos a ambos, y celebramos esta persistencia del canto, más allá de las edades, y contra toda esperanza”, cerró Gustavo Zonana.
A posteriori, la Prof. Cristina Salatino hizo la lectura de “El poema” de Alfonso Sola González.
Finalmente, familiares del poeta y el decano procedieron a plantar un laurel y un aguaribay en el flamante “Camino de la Poesía” en la “Plaza del Bicentenario de la Formación del Ejercito de Los Andes”, de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNCUYO.