En esta ocasión, la conductora del espacio Ronda Lectora Literatura en Voz Alta, Lic. Ariana Gómez, introduce una entrega que nos habla de reconciliación y memoria. La reconciliación es una invitación, por parte de André, a rendirse ante la evidencia de la vejez aplastante, sin matices, sin contrapartidas. Pero la esposa, la protagonista, no quiere rendirse; espera afinar su percepción para descubrir cuáles pueden ser las bondades de la vejez y vivirlas. Sin embargo el alejamiento de su hijo Philiphe del ideario familiar, de los valores que les dan identidad epocal, ideológica, política, científica, vital, la demuelen. Asiste a la devastadora constatación de que lo que era “ya no es más”. Pero no puede reconocerlo, en ello le va la vida. Ella lucha, se dice que la responsabilidad es de la traición de su hijo, quien predica cambio de pensar, evolución. Ella no lo cree así, se desespera tanto que acusa a su hijo simplemente de venderse a la fórmula del éxito, a lo que es sencillo y corriente. Sentimos que es su forma de no rendirse, de llevar a la práctica el adagio “no está muerto quien pelea”.

En una invitación renovada al tópico del paseo, de “la promenade” que venimos trabajando como espacio-tiempo para estas clásicas del siglo XX, los esposos se suben al auto e intentan conectar con prácticas que los hicieron felices, sin embargo la apariencia completamente cambiada del mundo que los rodea, los enfrenta con un cruel espejo que refleja lo obsoleto de su narrativa progresista e instruida.

En cuanto a la emocionalidad que nos provoca a quienes leemos, el desafío es compartir una intensidad emocional que parece exagerada, anacrónica, y que va de la neurosis de un personaje desesperado a unos aires de melodrama materno que permita ponerle cuerpo, al miedo, al terror a  la muerte que ya está muy cerca y que es antecedida por “esta edad de la discreción”.

En “La Mujer Rota” se percibe la imagen de la mujer, en palabras de Sartre, “como un ser en sí, es decir, su existencia es indiferenciada con respecto al mundo. Los personajes femeninos de la novela se encuentran en una suerte de limbo, entre el ser en sí y el ser para sí, el logro de la libertad”.

“La mujer rota”, una nueva aventura a la que estamos invitados/as a participar de manera activa en  #siempreliteratura, a través del canal de YouTube de la FFyL de la UNCuyo: 

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