Si bien es cada vez mayor la oferta de posgrados en las universidades públicas y privadas y se incrementa la cantidad de alumnos de doctorados, maestrías y carreras de especialización, se registra un bajo porcentaje de estudiantes que finalmente se titula. Uno de los motivos de esta situación es la dificultad que encuentran los estudiantes para elaborar los trabajos escritos de evaluación parcial o final, la cual se potencia porque este tipo de tareas se resuelve generalmente de modo solitario. Para superar estos problemas, se han explorado los grupos de escritura orientados específicamente a la redacción de tesis. Según Aitchison y Lee (2006), los grupos de escritura se basan en cuatro principios pedagógicos fundamentales: (1) la identificación como grupo (e.g., un supervisor o contexto institucional común); 2) la revisión y el aprendizaje entre pares; 3) el grupo de escritura como comunidad; y 4) la incorporación de la escritura académica en el marco de actividades genuinas de producción de la tesis.

Los estudios con grupos de escritura han hecho evidente el valor de la interacción grupal en torno al desarrollo de actividades que tienen como objeto el discurso y la producción escrita propia del posgrado. De acuerdo con estas evidencias, el taller se propone crear un espacio en el posgrado en el cual se promueva el trabajo en grupo de pares en torno a los capítulos que cada estudiante haya elaborado. Su diseño se basa en una serie de supuestos disciplinares, didácticos y tecnológicos.

En primer lugar, se concibe la escritura como un instrumento clave para el trabajo intelectual y el desarrollo de operaciones cognitivas de orden superior. Esto se debe, por un lado, al carácter fijo y permanente de la palabra escrita, que permite al lector-escritor distanciarse del texto para revisarlo y volver sobre él, es decir, permite “objetivar” el pensamiento y convertirlo en materia de reflexión. Por tratarse de un tipo de comunicación diferida, la escritura ofrece la posibilidad de realizar una serie de operaciones de planificación y de revisión, a partir de las cuales se puede reformular total o parcialmente el escrito. En segundo lugar, el autor debe ser capaz de satisfacer los aspectos retóricos del género y sus dispositivos enunciativos. En este sentido, es fundamental que reconstruya el Modelo de situación e interacción comunicativa, el Modelo de evento y el Modelo textual subyacentes. Así, se busca facilitar a los estudiantes la identificación del contexto y de la situación comunicativa de una tesis, del significado y contenido de la investigación y de la estructura canónica del texto.

La iniciativa está a cargo de la Dra. Hilda Difabio de Anglat (Centro de Investigaciones Cuyo), y de la  Dra. Guadalupe Álvarez (Universidad Nacional General Sarmiento). Está destinada a alumnos de doctorado –también, de especializaciones y maestrías– en Ciencias de la educación y otras Ciencias sociales y humanas, que hayan escrito, al menos, un capítulo de la tesis y crean conveniente una revisión de lo ya escrito. La cantidad total de horas del curso es 45 horas reloj y el arancel a pagar es de $2700.

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