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Celeste Flores Marchan, la estudiante de nuestra facultad que presentó su novela en la Feria del Libro de Buenos Aires

Páginas perdidas es el libro al que la estudiante de Filosofía de nuestra Facultad dio forma y pudo presentar en la Feria del Libro de Buenos Aires de la mano de la editorial cordobesa “Tinta Libre”. Enterate de cómo fue su experiencia y los inicios de esta joven escritora mendocina.

imagen Celeste Flores Marchan, la estudiante de nuestra facultad que presentó su novela en la Feria del Libro de Buenos Aires

"Nos vamos formando a partir de trocitos de cada persona a la que amamos y siempre cambiamos. El cambio es nuestra forma de sobrevivir" escribe Celeste Flores Marchan, que ahora se encuentra comenzando su nueva trilogía. En la siguiente entrevista hace un repaso por sus inicios en la literatura, su novela Páginas Perdidas, y reflexiona sobre el contexto actual para los autores locales en Mendoza.

 

¿Cómo empezó este amor por la literatura?

Aunque parezca irónico, de chica no me gustaba leer, aunque sí sentía pasión por la ficción. Pasé mi niñez mirando películas y series, siempre en el ámbito de la fantasía y el romance (cosa que mantengo hasta hoy). A los diez años leí una versión adaptada de la Odisea y fue entonces cuando descubrí mi amor por la lectura (y por la antigua cultura griega). Libros de niños, romances adolescentes, consumía todo libro que caía en mis manos, hasta que comenzaron a usarse las redes sociales para escribir "fanfictions". Al final de mi primaria leía mucho este tipo de historias y a los once años comencé a escribir mi propio "fanfic" en Facebook. Esa fue mi primera experiencia con la escritura y, a partir de entonces, comencé a trabajar en distintas historias, las cuales siempre quedaban truncadas a la mitad o incluso antes. Páginas perdidas fue la primera novela que pude terminar. 

¿Cuáles son tus fuentes de inspiración?

La música, otras historias, "tropes" ya formados a los que se les puede dar una nueva forma, pero en su mayoría son historias que imagino y que me gustaría que me sucedan a mí o, por el contrario, que odiaría que me sucedan. En ocasiones las ideas no vienen de ninguno de estos lugares, aparecen de forma imprevista y hay que correr a anotarlas.

¿Cuáles son tus proyectos a futuro?

Luego de la publicación de Páginas perdidas, mis ganas de escribir se renovaron. Desde entonces trabajo en un nuevo proyecto: una trilogía de fantasía envuelta en magia y elementos de la mitología griega, condimentada con romance y un proceso de autodescubrimiento. Luego de una novela de romance, esta trilogía fue un desafío que me tomó mucho estudio, preparación y tiempo, más de tres años para escribir y corregir solo el primer libro, pero me tiene super entusiasmada. Acabo de terminar de corregir el primer libro y estoy muy conforme con el resultado, espero comenzar pronto con el proceso de publicación antes de continuar con la segunda parte de la historia. 

¿Cómo es ser una joven escritora en Mendoza?

Difícil. No hay más palabras que esa. Creo que ser escritor/a es difícil siempre, independientemente de la ubicación geográfica, pero hay algunos elementos exógenos a nosotros que nos facilitan la tarea o la complican. En este caso, Mendoza es una provincia con un ambiente editorial muy chico o mayoritariamente académico. La ficción no encuentra mucha salida y no hay editoriales tradicionales que publiquen este género. A esto se le suma que, en el país en general, los autores nacionales son poco leídos. A excepción, claro está, de los ya conocidos. 

A los autores nacionales noveles, principalmente los autopublicados, nos cuesta mucho trabajo hacernos conocer en el país. Pero cada vez hay más herramientas, internet y las redes son un medio ideal para comenzar a salir al mundo y mostrar nuestro trabajo y las editoriales independientes son la ayuda perfecta para aquellos que sueñan con ver sus obras publicadas. Es difícil, sí, pero eso hace que disfrutemos incluso más del fruto de nuestro trabajo. 

¿Hay alguna vinculación entre tu carrera como escritora y tu carrera académica? 

Me enamoré de la Filosofía en mi último año de secundaria, pero mi pasión por la literatura comenzó mucho antes y trazó un camino diferente. Y aunque ambos constituyen quién soy, de alguna manera inconsciente se han separado: en mi tiempo libre leo a Rowling, por ejemplo, no a Nietzsche.

Mi carrera como escritora trazó el camino de la fantasía y el romance, de la ficción y aunque también disfruto escribiendo filosofía, solo lo hago en ámbitos puramente académicos, aunque en algún punto ambos caminos se conectan.

Por ejemplo, mi vocación filosófica está inclinada hacia la estética, más específicamente hacia el arte de la literatura, y mi nuevo proyecto de escritura está plagado de elementos de la cultura, mitología e idioma griego, todas herramientas que me proporcionó mi formación académica. 

 

La novela “Páginas Perdidas” puede adquirirse tanto en formato físico como digital a través de https://www.tintalibre.com.ar/ 

Podés apoyar a Celeste siguiendola en Instagram @paginasperdidas

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