Se podrá acceder al conversatorio a través del enlaceID de reunión: 823 6119 826
En el programa 2023 de Literatura Española III, Castellarnau está entre las lecturas obligatorias y aparece presentada como “una escritora de allá y un poco de acá”. Docentes y estudiantes prepararon este conversatorio como una forma de concretar ese extraño diálogo imaginario que se suele entablar con escritores y escritoras a través de la lectura. Finalmente, se decidió hacerlo abierto. Todas las personas pueden sumarse y participar de este diálogo de lectores/as con Ariadna Castellarnau.
Ariadna Castellarnau nació en Lérida, Cataluña, en 1979. Según cuenta ella misma, creció en una granja y lo que hacía para entretenerse era leer y después escribir “secuelas o finales alternativos o historias paralelas (todas malísimas). Por ejemplo: Ana Frank no muere en el campo de concentración y se convierte en una justiciera sanguinaria que venga la muerte de su familia” (Revista Anfibia). Más tarde se especializó como lectora haciendo estudios universitarios de Filología (lo que acá llamamos “Letras”), planeó una tesis doctoral sobre Macedonio Fernández y se vino a la Argentina. Al parecer Buenos Aires la distrajo. Se quedó unos cuantos años, hizo periodismo cultural en medios prestigiosos, formó una familia y trabajó un tiempo en el Ministerio de Cultura.
Discontinuó o abandonó su proyecto de tesis, pero fue metiéndose en la escritura literaria y ¡le fue bien! Ganó el Premio Las Américas con Quema (Gog & Magog, 2015), un libro de relatos distópicos que comparten el mismo mundo y un clima posapocalíptico. En la contratapa, Mariana Enriquez lo describe como una “novela fragmentada, intensa y tenebrosa” y se refiere a su autora diciendo que “Castellarnau escribe sobre el fin como si lo conociera, como una testigo que sabe, intuye y lastima, que está rabiosa ante la muerte de la luz”. Luego publicó en España La oscuridad es un lugar (Destino, 2020; Emecé, 2022), libro de relatos donde se anudan el terror, la fantasía oscura, las relaciones familiares (una obsesión de la autora) y el protagonismo de ciertos espacios que huelen a Latinoamérica.