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"Epifanía", el poema de Zonana que pidió Bodoc

A dos años del fallecimiento de la escritora.

imagen "Epifanía", el poema de Zonana que pidió Bodoc

Foto web

El 05 de diciembre de 2019, en el marco del festejo por los 80 años de la FFyL, y como cierre del Ciclo de Visitas de Escritores a la Librería de la Facultad de Filosofía y Letras, se homenajeó a la obra y personalidad de la escritora Liliana Bodoc. En esa ocasión, el actual vicedecano, el Dr. Víctor Gustavo Zonana, compartió el poema  denominado "Epifanía" que hizo en su honor. 

En el 2016, la escritora recibió el máximo galardón que otorga la UNCuyo: el Doctorado Honoris Causa. Justo antes del cierre del encuentro, Bodoc recordó al niño sirio Aylan Kurdi y su trágica historia de muerte. “Ahora anda rondando una palabra peligrosa: meritocracia. Yo pregunto, ¿Quién no merece recibir palabras? ¿Cuáles son los requisitos para merecer educación? La educación no se imparte, se devuelve, la educación no es un acto de generosidad sino de justicia”, agregó Liliana Bodoc.

Bodoc había pedido que alguien reparara en aquella historia de Aylan. Y fue el el Dr. Zonana quien luego asumió el desafío, y escribió estas palabras:

 

 

Epifanía

 

Se ha manifestado.

 

No lo anunció una estrella. Lo anunciaron los diarios, la televisión, las radios, los teléfonos.

 

Permaneció en el comentario (qué terrible, qué atrocidad), en el sollozo humanitario de minutos, de días acaso.

 

Aún puede verse. Digamos con palabras la escena. En una playa, un policía turco recoge un cuerpo inerte de tres años. Se llama Aylan Kurdi.

 

Si la memoria nace a los tres años, ¿recordará su habitación, su cuna, la camita de su hermano, las canciones para tomar la leche o acostarse? ¿recordará el perfume de un jardín, un fragmento de noche en la ventana, vecinitos que corren por la calle?

 

Tal vez recuerde un horizonte rojo y un ruido que enmudece los gritos de mamá, tal vez recuerde a los vecinos que han dejado de correr y un camino con bolsos apurados, tal vez recuerde cómo moja la lluvia a cielo abierto, tal vez recuerde las manos de papá que lo agarran y hacen doler sus manos, tal vez recuerde cuánto tiempo esperaron la balsa y cómo los subieron, tal vez recuerde la cara de mamá cuando la obligan a tirar sus bolsos y recuerde, y posiblemente ése sea el último recuerdo, cómo esta ola los separa a él y a su hermano del abrazo de papá.

 

Hola Aylan. Liliana Bodoc me pidió que escribiese tu poema, hace ya más de un año. Llego tarde. Ella ahora tampoco está.

 

Soñemos encontrarnos hoy.

¿Jugamos a desandar la memoria?

¿Jugamos a volver?

 

 

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