Docentes a cargo
Inti Soledad Bustos (UNCuyo, FFyL) es Profesora de grado universitario en Lengua y Literatura por la Universidad Nacional de Cuyo. Docente de nivel secundario y profesora de Introducción a la Semiótica de la Psicomotricidad Educativa en la Facultad de Educación de la UNCuyo. Investigadora en el proyecto “De la escuela a la universidad y de vuelta: teoría literaria y didáctica de la literatura”. Doctoranda en Letras, investigación centrada en las narrativas góticas argentinas a partir de la obra de Mariana Enriquez.
Karina Molina (UNCuyo, FFyL) es Profesora de Letras y Licenciada en Literatura infantil y juvenil por la Facultad de Filosofía y Letras (UNCuyo). Especialista Superior Docente en Escritura y Literatura (INFoD). Doctoranda en Letras. Actualmente se desempeña como profesora de nivel superior en Institutos de Formación Docente y Técnica y en colegios de nivel medio. Coordinadora de talleres y seminarios literarios en diversos ámbitos.
Ramiro Zó (UNCuyo, FFyL) es Doctor, Profesor y Licenciado en Letras por la Universidad Nacional de Cuyo, Posdoctorado en historia por la Universidade Federal do Rio Grande do Sul. Actualmente se desempeña como Profesor Adjunto (FFyL, UNCuyo). Coordinador académico de Unidad de Gestión, Producción y Difusión del Conocimiento (UGPDC), y de ARCA (Área de Revistas Científicas y Académicas) de la Facultad de Filosofía y Letras, UNCuyo. Director académico de EDIFYL. Coordinador del Centro Interdisciplinario de Literatura Hispanoamericana (CILHA). Editor de los Cuadernos del CILHA.
Los objetivos de la actividad son explorar distintos dispositivos ficcionales como narrativas, películas y series en streaming como manifestaciones artísticas tendientes a producir miedo; conocer diversas categorías del terror: personajes, situaciones, tópicos y lugares; introducirse en las vinculaciones entre cine, series en streaming y terror e idear distintas prácticas o posibilidades pedagógicas para llevar al aula los dispositivos ficcionales del miedo para atraer al alumnado.
Estás invitado a participar de este ciclo de actividades en torno a ese lado B de la vida: experiencias creativas, disruptivas, reflexivas y revolucionarias que nos estimulan a repensar nuestra vinculación con un mundo que no suele estar en los catálogos académicos.
Aranceles e inscripción
Los/as interesados/as en participar de esta propuesta deberán registrarse e inscribirse en el enlace https://autogestion.ffyl.uncu.edu.ar/Login Para acceder al instructivo de registro e inscripción, hacer click en https://ffyl.uncuyo.edu.ar/upload/instructivo-registro-e-inscripcion.pdf
Los aranceles tendrán un valor de $990 para Estudiantes, $1.500 para Egresados, Docentes y Público en General. Para acceder al instructivo de pagos, entrar al enlace https://ffyl.uncuyo.edu.ar/upload/instructivo-boton-de-pago.pdf
Sobre el miedo
El miedo es tan ancestral y universal como el ser humano, es una emoción que ha atravesado, matizado, atacado y ha convivido a todos los pueblos de cualquier escala diacrónica y geográfica. El propio Darwin desde su concepción naturalista concibe al miedo como uno de los siete componentes universales que articulan las emociones que implica un proceso que puede ir del pavor al temor en una graduación emocional (Antón Hurtado, 2015: 217). Desde que sale el mundo o interacciona con él, el ser humano posee o tiene miedo y esta emoción ha sido bastante trabajada desde la sociología (Bauman, 2007), las teorías de la comunicación (Gil Calvo, 2003), la psicología social (Lindesmith, 2006), por citar algunas aristas de un amplio abanico epistemológico. En este sentido, la literatura, el cine y las series en streaming como dispositivos ficcionales y artísticas, han sabido también plasmar, cristalizar y apropiarse de técnicas, estrategias y mecanismos para generar miedo dando a lugar gradaciones ficcionales como la literatura gótica, las creepypastas, el ecoterror, el cine gore, por dar algunos ejemplos de vertientes que apuntan a pulsar hasta la última fibra del miedo tanto en el espectador como en el lector. Este curso pretende proporcionar estrategias de iniciación en los mecanismos, características y portales del miedo y del terror con posibilidades no solo de conocimiento sino de aplicación en contextos áulicos.
Hay un lado A de la vida.
Ese que vemos cada día al asomarse el sol, que nos acompaña como un devenir natural en las rutinas, que habitamos tranquilos y seguros cada vez que llevamos a los niños a la escuela, al parque. Está ahí, simple de entender y de llevar, cuando hacemos las compras, preparamos una comida, abrimos las redes, subimos una selfie, festejamos un cumpleaños, volvemos al trabajo cada mañana. Nítido y bien cronometrado, el lado A ocurre casi sin darnos cuenta. Podríamos transcurrir así la existencia de principio a fin. Y estaría bien.
Pero sabemos que también existe un lado B.
Uno que no lo vemos tan nítido, que se asoma entre las hojas del diario con vaticionios astrológicos y venta de talismanes o amuletos para ‘reacomodar’ el lado A. Lo sentimos como necesario y a la vez, asusta un poco. Se asoma en el revés de la fantasía y en el derecho de las pesadillas, deja un rastro de arena en los susurros fantasmales de la noche más oscura, de esos pasos que oímos sin que pertenezcan a nadie. Crece en las luces inexplicables que navegan un horizonte imposible o emerge desde las sombras. Tiene ojos, antenas, pezuñas, tentáculos, alas. Los moradores del lado B nos acompañan en los momentos más claros y más oscuros de la vida: duendes, zombies, minotauros, viajeros del tiempo, yetis, basiliscos, sirenas, navegantes interestelares, habitantes de la tierra hueca, kraken, medusas, vampiros, monstruos comeniños, aliens del espacio infinito, magos, hadas y unicornios… No sabemos cómo buscarlos pero ellos saben encontrarnos; se asoman de los espacios umbríos, viajan por túneles y pasadizos, se esconden en laberintos, cementerios, casas abadonadas, nos miran desde espejos fantasmales y rozan nuestros pies en los ríos solitarios.
Para mayor información, podrán contactarse con formacionpermanente@ffyl.uncu.edu.ar
El lado B es el recordatorio de que no importa cuántas veces suene la alarma, esa sensación persiste, la mirada inquietante no se va y aunque nuestra razón nos diga lo contrario, las tripas aseguran que no fue solo un sueño. Y el dinosaurio todavía sigue allí.
